Por José María Berzosa Sánchez.
14.3. Epéntesis.
Figura de dicción que consiste en añadir algún sonido dentro de un vocablo.
A).
«Tienes una boquirris
tan chiquitirris.
Yo me la comeriba [comería]
con tomatirris».
El diablo mundo. José de Espronceda, Madrid, Alianza, 1987.
Hay algunas epéntesis que están definitivamente aceptadas: silbidos [silbos], serpenteaba [serpeaba], continuo [contino], alrededor [alredor].
14.4. Paragoge.
Adición de algún sonido al fin de un vocablo.
A).
«Tú me engendraste mortal
y hasta me distes [diste] un nombre.
…
Mas eso no: la natural figura
es menester cubrirla y darla ajena
forma, bajo un sombrero de castor,
con guantes, fraque [frac] y botas por pudor.
…
Tienes una boquirris [boca]
tan chiquitirris [chiquita].
Yo me la comeriba
con tomatirris [tomate].
…
Dueño mío, somos hijas
toditas [todas] de un mismo padre,
y la mejor es tan buena
como yo, y ¡gracias…!».
El diablo mundo. José de Espronceda, Madrid, Alianza, 1987.
14.5. Prótesis.
Figura que consiste en añadir algún sonido al principio de un vocablo.
A).
«El arroyuelo a lo lejos,
más acallado [callado] murmura,
y entre las ramas, el aura
eco armonioso susurra.
…
Se cubre el monte de sombras
que las praderas anublan [nublan],
y las estrellas apenas
con trémula luz alumbran.
…
Allá, en la elevada torre,
lánguida lámpara alumbra,
y en derredor [redor] negras sombras,
agitándose, circulan.
Poesía: ‘A la noche’. ‘El ángel y el poeta’. José de Espronceda, Madrid, Alianza, 1987.
B).
«Empero [pero] un momento creyó que veía
un rostro que vagos recuerdos quizá
y alegres memorias confusas traía
de tiempos mejores que pasaron ya.
…
Se acercaron despacio y la seca
calavera, mostrando temor,
con inmóvil, irónica mueca
inclinaron, formando enredor [redor]».
El estudiante de Salamanca. José de Espronceda, Madrid, Alianza, 1987.
C).
«Arrecógete [recógete] y brinca.
Mas, sin saber adónde [dónde], su camino».
El diablo mundo. José de Espronceda, Madrid, Alianza, 1987.
14.6. Síncopa.
Figura de dicción que consiste en la supresión de uno o más sonidos dentro de un vocablo.
A).
«Bien, don Félix, cuadra en vos
esa insolencia importuna [inoportuna].
…
Las siente llegar:
pavoroso estrépito,
infalible présago [presagio]
de la tempestad.
…
«Y si, lector, dijerdes [dijérades] ser comento,
como me lo contaron, te lo cuento»».
El estudiante de Salamanca. José de Espronceda, Madrid, Alianza, 1987.
B).
Con rara, melancólica armonía,
que brotaba doquiera [dondequiera],
y un eco en derredor lo repetía.
…
Y el más fuerte marido encuentra estítico [estíptico],
y al más débil galán encuentra atlético.
…
Suspende el artesano su faena,
cuidoso [cuidadoso] el mercader sus gentes llama,
puertas y tiendas ciérranse, añadiendo
nuevo rumor al general estruendo.
…
—El demonio me retienta,
compañero. —Críe usted pecho.
—¡Tengo una sangre! —El despecho.
—Y la indina [indigna(ción); también es apócope] que lo aumenta.
…
Llamó luego a la puerta y desfadada [desenfadada]
una moza le abrió toda escotada.
El diablo mundo. José de Espronceda, Madrid, Alianza, 1987.