
Alfredo Rodríguez Tébar
La Universidad de Bolonia se constituyó en 1088, primero como un studium de Derecho Civil y ya en el s. XIII con varios studia más, entre ellos el de Medicina. Es la universidad más antigua de Europa. Las materias médicas a estudiar eran libros de Hipócrates (s. V-IV a.C.), Dioscórides (s. I d.C, con su descripción de varios cientos de plantas medicinales), Galeno (s. II-III d.C.) y Avicena (s. X-XI d.C.), lo que significaba que los textos más “modernos”, los de Avicena, tenían ca. trescientos años. Como escribía en la parte A de esta serie, en Bolonia se hicieron las primeras autopsias consentidas por la Iglesia. Con anterioridad, la Iglesia permitía a veces la exploración interna de un cadáver si había razones religiosas para hacerlo. Así, santa Clara de Montefalco, o de la Cruz, una monja de la regla de san Agustín que fue canonizada por León XIII en 1881, cuando murió en 1308, fue abierta en canal y dentro de su corazón se encontraron un pequeño crucifijo, tres clavitos, un pequeño látigo y una coronita de espinas (Wikipedia). Una exploración más extensa descubrió tres hermosos cálculos en la vesícula biliar de la religiosa que fueron interpretados como alegoría de la Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo [describo este suceso desprovisto de mofa].
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