“Viaje al corazón de los cerros”

Precisamente en la conmemoración del día en que nuestro San Juan de la Cruz subió desde Úbeda al Cielo (“a cantar maitines”) es cuando Eduardo Jiménez Torres viste de gala al auditorio del Hospital de Santiago para presentarnos su preciado libro Viaje al corazón de los cerros…

Mientras se aproxima la hora concertada (las 19 horas) se van produciendo cariñosos saludos y encuentros de los asistentes al acto que van comprando su correspondiente ejemplar, cuyo tenderete se encuentra a la entrada de la sala, y que se vende por el módico precio de diez euros. El ambiente es casi cofradiero, amenizado con música de fondo que invita al recuerdo y a la añoranza más ubetense…

Empieza el acto un poco más tarde de lo previsto.En la mesa presidencial se colocan frente al público, que está expectante: Miguel Ángel Barbero Barrios, editor; Rafael Bellón Zurita, cronista oficial de la ciudad; José Robles Valenzuela, alcalde; Josefa Olmedilla López, concejala de cultura; y Eduardo Jiménez Torres, autor y promotor de este evento…


En primer lugar, sube al estrado Pedro González Navarrete, excelso poeta autóctono, que se coloca ante el atril para referirse a Eduardo como “Ubetense de Úbeda”, relatando sus múltiples valores humanos, presentando el libro y recordando que su autor es actualmente presentador del Canal 9. Refiere sus muchos reconocimientos obtenidos y, como empedernido rapsoda, declama el sentido y delicado soneto que le dedica en las páginas 189-190 del libro.

Ahora sube Fernando Gámez de la Blanca para recordar el ensayo de esta presentación que hicieron ayer. Hace un canto a Eduardo, su amigo de la infancia: “cérrimo” sacado del mismo ubedí básico, incondicional amigo de la información… Y se pregunta, respondiéndose a su vez, la razón por la que está hoy aquí: «Como punto de llegada al corazón, donde reside el amor, la amistad, el cariño…». Termina con una afirmación y un deseo: «Te mereces este homenaje…; espero que el libro tenga que reeditarse muchas veces». Y le da un apretón de manos a su entrañable amigo.

En tercer lugar, se coloca ante el atril Mari Carmen Ruiz Ara para decirnos que Eduardo Jiménez Torres nos ha reunido a todos los presentes mediante este simbólico recuerdo: la presentación del libro Viaje al corazón de los cerros. Afirma que ella es una viajera empedernida (como muchos ya sabemos), haciéndole un cabal panegírico a su gran amigo Eduardo, comparando sus informaciones con “gotas de lluvia fresca”. Finalmente, ambos se besan.

Luego es Francisco Javier Ruiz Ramos (presidente de Úbeda por la Cultura) quien toma la palabra, alegando que estamos en tiempos sombríos para la difusión de la cultura. «Por eso, Eduardo vale tanto: porque tiene ganas, esfuerzo, imaginación… para que la oscuridad no sea tanta». Se maravilla de que se presente un libro en papel y no en digital, como viene siendo habitual, últimamente… Nos recuerda las funciones y la necesidad de su asociación cultural y halaga tanto al escritor como al editor por la publicación de Viaje al corazón de los cerros. Tras su acendrado discurso, se abrazan los tres…

Seguidamente, nos habla Rafael Bellón Zurita, que, como buen conferenciante, agradece a todos compartir este especial momento… Comienza refiriéndose al libro en términos generales, pero, como ya lo han hecho los amigos anteriores (y por no repetir), nos da su opinión particular: «Es una auténtica joya bibliográfica con más de cincuenta personas amigas escribiendo y exponiendo su opinión sobre Úbeda y Eduardo; además de que contiene un archivo fotográfico que nos haría falta en Úbeda (y del que se podría elaborar una película ‑como las que se visionan ahora en muchas celebraciones o eventos‑ con fotografías continuadas y musicadas, para comprobar la evolución de nuestra ciudad)». Él echa de menos ese archivo fotográfico ubetense, puesto que sería un viaje en el tiempo y respondería a muchas preguntas: ¿Cómo era la historia de nuestra ciudad, cómo han ido cambiando las aceras, las casas y las personas a lo largo del devenir del tiempo…? Resume el libro consultando simplemente pequeñas notas tomadas a vuela pluma, pues fue ayer cuando se le entregó… Finaliza exclamando: «¡Este libro es un bello viaje por Úbeda en un tren de cercanías…! Es lo que parece cuando se lee y consulta».

Miguel Ángel Barbero Barrios agradece a los cuatro participantes anteriores, a los contertulios de mesa y, sobre todo, a Rafael, todo lo dicho, salido muy del corazón. Da las gracias a Úbeda por la cultura, pues lleva diez años fuera de nuestra ciudad y coinciden sus estatutos con lo que él pretende en Didacbook: cosas importantes en las que todos deberíamos estar de acuerdo… Como editor, cuenta la intrahistoria curiosa del libro, agradeciéndole especialmente a Eduardo todo… Había que estar un poco loco para reflejar tantas cosas en un libro, aunque son los locos los que hacen grandes cosas en la vida… Refiere la capacidad de superación de Eduardo, pues su libro refleja una extensa disparidad cultural que abarca desde las entrevistas a Antonio Muñoz Molina hasta las de los agricultores en el tajo, como presenta la portada del libro. Agradece a todas las personas mencionadas anteriormente la edición de este singular ejemplar. El ser alumno de la Safa ‑afirma Miguel Ángel‑ le ha imprimido carácter, proporcionándole ese ubetensismo cultural nuestro que ya mostraba de pequeño y que don Gabriel Ruiz Peña le pronosticó: «Te dedicarás a escribir libros cuando seas mayor»; lo que se está cumpliendo… Da las gracias a los maestros por su labor desde el aula (que, por desgracia, no es reconocida); a su familia reducida y extensa, pues ser el pequeño da muchas ventajas… Y destaca cualidades de los ubetenses: Úbeda no es solo ciudad monumental, sino humana, donde se cultiva la sensibilidad estética, la capacidad de combinar tradición e innovación; donde se aprecia lo vivido en la infancia, siendo hermanos sus habitantes, pues son personas de esfuerzo y sacrificio, personas de primer nivel que no se lo creen. Los ubetenses son sensibles y artistas, hagan lo que hagan… Da las gracias a Eduardo por ayudarle a redescubrir su propia ciudad y acaba con un futurible: «Nos veremos allá por esos cerros…; como dice la contraportada del libro».

Josefa Olmedilla expresa lo que ya han dicho los anteriores ponentes sobre Eduardo, por lo que comenta el libro a nivel personal, donde se sinceran tantos ubetenses de corazón… Recuerda que Eduardo también tiene muchas soledades, siendo, no obstante, una persona con ese especial ubetensismo que sabe trasladar y transmitir allá donde está; por lo que es un lujo tenerlo aquí… Él es un ubetense de la calle Chirinos y ella de la calle Pastores, un poco más joven que él… Termina pidiéndole un deseo: «Que sigas por este camino»; y ambos se dan un beso.

Ahora se pone un sugerente vídeo, con música apropiada, para remover sentimientos y emociones arcanas, donde se relata gráficamente su historial de trabajador incansable y reportero encomiable de la ciudad que le vio nacer. Así consigue nuestro “Lorencito Quesada”, como le llamó Muñoz Molina, un baño de merecida autoestima…

Eduardo se levanta de la mesa presidencial y se acerca al micrófono del atril, mostrando lo contento y satisfecho que se encuentra con toda la gente llenando el auditorio… Y nos dedica un especialísimo discurso, como él solamente puede hacerlo, sacando a colación las múltiples facetas de su vida personal, profesional y familiar; y la de su padre “Zorrica”; su reporterismo continuado en todos los medios, salpicado de expresiones ubetenses que muestran el cariño y la dedicación que, durante tantos años, ha tenido a su dama de sueños y realidades (Úbeda)… Su empedernida lucha por la vida periodística y noticiable, por las cofradías de Semana Santa, por la procesión y cofradía de nuestro santo patrón San Miguel…

La noche y el auditorio se sienten satisfechos con el discurso de este ubetense de pro que tanto ha luchado, pelea y batallará mientras le quede un hálito de vida por su amada Úbeda, que la lleva en la sangre, en el corazón, en la mente, en su vida cotidiana y en sus más íntimos sueños…

Después, los agricultores de Úbeda, por mediación de la Hermandad de “San Isidro Labrador”, regalan un olivo de plata en agradecimiento a su desinteresada y constante labor informativa hacia el agro ubetense…

El alcalde clausura el acto con unas breves y sentidas palabras…

Y, para finiquitar, llega la merecida y esperada sesión de firmas de los ejemplares del libro Viaje al corazón de los cerros, con sabrosas dedicatorias y largas colas (como colofón que todo escritor espera). Los parabienes y la satisfacción del deber cumplido llenan de gozo a Eduardo Jiménez Torres, a su familia más cercana y a sus múltiples amigos. Serán estampas inmarcesibles que siempre le acompañarán en su memoria para poder decir, como San Juan de la Cruz (también Mari Carmen Ruiz Ara lo afirmó en su discurso): «Dios Padre, al atardecer de la vida, te examinará de amor…». Y seguro que obtendrá “sobresaliente cum laude” por el cariño que profesa a la ciudad que le vio nacer. Ella, a cambio (como buena madre), ha sabido darle (en vida) el merecido homenaje que hoy se le ofrece, cual brillante bandeja de amistad incondicional…


Úbeda, 14 de diciembre de 2014.

fsresa@gmail.com

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