Crónica de un entrañable encuentro, y 3

Son las siete de la tarde cuando ya nos vamos despidiendo ‑con sumo trabajo‑ del salón donde hemos permanecido cuatro horas inenarrables… Se comenta que tanto los franceses como los madrileños quieren visitar la tumba de nuestros ancestros en el cementerio de San Ginés, y allí que vamos la mayoría, en peregrinación, para dedicar unas sinceras oraciones a los que tuvieron la feliz idea de engendrarnos.

Algunos tienen que marchar, después, a sus destinos y no podrán quedarse a la segunda comida, organizada por Fernando Toral Valero y compañía ‑como compensación a esta invitación de Fernando Sánchez Cortés‑, mañana domingo, a las dos y media de la tarde, en el Hotel Ciudad de Úbeda… La tórrida tarde no es obstáculo para que la visita a los seres queridos en sus diferentes panteones se produzca y traiga a la memoria colectiva todo el cúmulo de anécdotas y vivencias que nuestro colectivo familiar atesora… Nos damos cuenta de que María Sánchez Cortés ha ofrecido el ramo de flores, recibido en la comida, a sus queridos y añorados padres, nuestros queridos patriarcas, pues lo vemos plantado en el florero del nicho donde éstos descansan…, demostrando una vez más qué calibre y qué alma tiene la mayor, con vida, de los Sánchez Cortés…
La cita continúa por la tarde y la noche, ya fraccionada en diferentes ramas, pues la reunión de las noventa personas celebrada al mediodía era imposible seguir manteniéndola. Así, unos en la recoleta Plaza de los Caídos, llamada actualmente del Ayuntamiento, en el Bar Navarro; otros en el Bar la Peña o en el Oceánico ‑frente a Carrefour‑; o en diferentes lugares de nuestra amada ciudad, siguen queriéndose y practicando el mejor deporte nacional que es el tapeo en la barra o en la mesa de un bar, arreglando el mundo y proyectando nuevos retos de la familia Sánchez Cortés.
Llega la noche ubetense, con su estrellado y límpido cielo, y el sueño reparador nos hace soñar un mundo feliz, donde nuestra familia ha adquirido el protagonismo que se merece, especialmente en cada uno de los corazones de sus componentes. Estamos citados, para el día siguiente, en el Hotel Ciudad de Úbeda.
Asistimos sesenta personas, que vuelven a besarse y abrazarse en un desenfreno de cariño y afecto que no tiene límite… Las fotos y los intercambios verbales son moneda de curso común en este segundo encuentro, que ha salido con motivo de que el dinero que ya se traía preparado para el primer encuentro se gaste con largueza… Fernando y Manuela no asisten pues están sumamente cansados, pero sí lo hace la más longeva de la familia, María Sánchez Cortés, pues, como ella misma me comenta: El día anterior fue un día emotivo y de grandes emociones regadas con el llanto de la nostalgia y el agradecimiento; pero hoy es un día para paladear nuevamente el encuentro, ya libre de tensiones emocionales… Es una mujer vitalista y optimista que transmite amor maternal a raudales… Allí es donde se fraguan posibles actividades futuras de Los Sánchez Cortés… Se baraja y lanza la posibilidad de hacer el próximo verano de 2010 otro encuentro, pero esta vez en Francia, yendo en autobús Los Sánchez Cortés españoles,para ir visitando a la rama francesa en los diferentes lugares donde viven habitualmente: Burdeos donde residen Stéphane y Christel, Sandrine y Thierry, y Julien; La Rochelle donde viven Patricia y Patrice y toda su familia; París, para abrazar a Joselillo y Renée,y donde habremos de visitar la tumba de los titos José y Paule, sin olvidar pasar por Billy-sur-Oisy donde está nuestra querida y súper cariñosa Antonia Rojas Sánchez, más conocida por Nona, y su amado esposo Agustín León. Es un reto que todos nos ponemos y que yo intentaré llevar a buen puerto si, como en esta ocasión, hay la respuesta tan certera y puntual que todos han tenido con este encuentro familiar del 2009.
A los postres, se brinda nuevamente y se recoge el dinero por los promotores de esta comida: Fernando Toral Valero, José Arias Ruiz, más conocido por Pepe, y Antonia Corral Sánchez, que no dejan pagar ni a mi familia nuclear, por ser los promotores del evento, ni a la de Javier Villegas Sánchez, por demostrar la noche anterior su hidalguía y buen pagar en el Bar La Peña… La comida resulta espléndida y nada tiene que envidiar, en cuanto al menú, a la de ayer…
Y ya, para finalizar, en este segundo encuentro, el que esta crónica escribe les dirige unas nuevas palabras, que en algún momento producen la hilaridad del colectivo… Disculpa a sus padres por su no asistencia y quiere darles una nueva sorpresa, regalando el libro Relatos y vivencias a todos los asistentes familiares que no lo tengan en su haber. Les hace un ruego a todos: Por favor, no volváis a proponer una nueva invitación a los organizadores por este regalo, que también ha sido financiado por mi padre… Paso unos momentos inolvidables, creyéndome escritor de pro, pues varios de los libros regalados tengo que dedicarlos improvisadamente, creyéndome que estoy en el Paseo del Retiro de Madrid, en la anual Feria del Libro, como algún contertulio me sugiere… ¡Dios os lo pague…!
Ahora sí que es la hora de la despedida: la que ninguno desea que hubiese llegado; pero con fuertes ‑y sentidos‑ abrazos y besos, nos vamos diciendo adiós, que es ¡Hasta siempre y hasta pronto!, tanto en el salón, donde hemos comido, como en el hall y en la entrada del hotel, llevándonos en nuestras alforjas personales un caudal inagotable de alegría y nostalgia que habremos de ir derrochando a lo largo de la vida que, a cada uno, Dios le tenga reservada.
La tarde se vuelve noche estrellada, en este jardín florido de nuestra ciudad centenaria, donde quedará para siempre impresa la huella indeleble que Los Sánchez Cortés hemos dejado…
¡Que la salud y el cariño os acompañen el resto de vuestras vidas!
Recibid un fuerte abrazo de vuestro consanguíneo.
Fernando Sánchez Resa.
Úbeda, 15 y 16 de agosto de 2009.

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