Hoy te he dado un abrazo muy largo.
Hoy te quise con otras palabras.
Camino,
ni feliz, ni deshecho,
porque al irte y mirarte a los ojos,
he sentido que tu vida se ha ido.
He querido ahondar por tu cara,
y partir mi conciencia,
en mis ganas de ver lo que pasa,
más allá de tu abrazo y el mío.