El alma se desnuda ante los ojos
del Todopoderoso.
El alma sin sus límites
se queda en cueros vivos,
desea la transparencia,
que la luz la penetre,
la inunde y se haga llama
de Amor viva,
Antiguos Alumnos de Magisterio SAFA (AAMSU)
Premio Nacional de poesía «Mariano Roldán» 2010.
El alma se desnuda ante los ojos
del Todopoderoso.
El alma sin sus límites
se queda en cueros vivos,
desea la transparencia,
que la luz la penetre,
la inunde y se haga llama
de Amor viva,
Aquí no existe el tiempo.
Todo es tiempo sonoro:
sermón, rezo, memoria
con trenzas anudadas
con cintas de tisú,
mondadura y despojos,
tiempo en el tiempo,
orden en el desorden,
la extrema exactitud
de inexactas verdades.
Para Emilio Lozano.
¿Qué harán desde tan pronto
los pájaros rezando en los cipreses?
¿Qué corazón tendrá
dispuestas sus banderas
para saltar de gozo
o saludar con golpes
de alegría la luz
con que amanece el cántico?
La muerte es blanca y duerme de costado. Vive entre
los vivos, entre árboles frutales. Permanece
atenta a las plegarias de los hombres que van
o vuelven de los campos, discretos, silenciosos,
con las cuentas rodándoles en los dedos gastados.
La muerte oye llover sobre los vivos y oye
llorar sobre los muertos. Observa a la muchacha
Para José Tomás.
Todo lo que no sé de ti,
sobre las lentas ruedas de tu pensamiento,
sobre tu casa, tus camisas,
los colores de tus babuchas,
dónde cueces el pan,
las cartas que no escribes,
el número de hijos que olvidas
o conoces,
Podría ser Italia con burros, parabólicas,
cipreses con ulemas
y el silencio metódico
de un claustro cisterciense,
o un paisaje de Siena.
Altas lanzas con verde sangre antigua,
asunto inevitable
que repite una historia
vivida en otra historia,
equivocada página
de un libro con ilustraciones
del siglo diecinueve.
Para mi hija Miriam.
Esa dulce tristeza
del alma desteñida,
la frente, traspasada de alfileres
con henna milagrosa,
mapa del pensamiento
que el corazón diluye
entre peces y piedras encendidas,
los ojos, anegados
de cenizas de un rescoldo reciente,
de plata antigua
la comba de sus labios,
sus dedos, como pájaros
o joyas en sus fundas,
su cuerpo, en el secreto de las telas,
oculta los deseos y las rosas.
Continuar leyendo «Apuntes para un retrato de una mujer que se aleja»
El asno es un milagro cotidiano
con orejas de niño
que nunca va a la escuela
porque teme al desierto
como a un ángel de polvo
amarillo e hiriente.
El vendedor
de granadas y dátiles
me dio un poema.
Al poco tiempo,
dátiles y granadas
se hicieron joyas.