Visita organizada por el Museo Arqueológico de Úbeda.
Autor del texto y comentarista de la visita, Juan Ramón Martínez Elvira.
Autor de las fotografías y director del Museo, José Luis Latorre Bonachera.
La plaza del Doctor Quesada
El médico don Balbino Quesada Agius, nacido en Segorbe (Castellón) en 1843, dio nombre a este espacio urbanístico, al que muy forzadamente puede dársele hoy el nombre de plaza. No obstante, sí podría haber tenido ese carácter cuando, en la muralla que atravesaba el recinto, se abría una de las dos puertas de Toledo, concretamente la interior, llamada del Santo Cristo.
Visita organizada por el Museo Arqueológico de Úbeda.
Autor del texto y comentarista de la visita, Juan Ramón Martínez Elvira.
Autor de las fotografías y director del Museo, José Luis Latorre Bonachera.
CALLE DE LA TORRE DE LOS CABALLEROS
Recibió este nombre el trozo del callejón de ronda ‑hoy desaparecido‑, lindero a la Torre de la Cárcel de los Caballeros. Frente a las espaldas de este baluarte estaba la casa perteneciente a los Gaitán. En el XVIII, al ser habitada dicha vivienda por varias señoras de ese apellido, al área inmediata se le dio el nombre de Plaza de las Gaitanas, residuo de la cual es el entrante sin salida que hoy queda.
Visita organizada por el Museo Arqueológico de Úbeda.
Autor del texto y comentarista de la visita, Juan Ramón Martínez Elvira.
Autor de las fotografías y director del Museo, José Luis Latorre Bonachera.
Incluimos en este capítulo las calles de San Lorenzo comprendidas entre las de El jurado Gómez y La Cava, de Este a Oeste, y entre las de El Santo Cristo y Miradores de San Lorenzo de Norte a Sur, incluyendo a estas dos últimas. Daremos comienzo desde abajo, para ir ascendiendo gradualmente.
Visita organizada por el Museo Arqueológico de Úbeda.
Autor del texto y comentarista de la visita, Juan Ramón Martínez Elvira.
Autor de las fotografías y director del Museo, José Luis Latorre Bonachera.
Elextenso suelo del Alcázar ‑que pasa por ser asiento de la primitiva Ubbadza musulmana‑ se rodeó de una fuerte cerca jalonada de torres. Cuando la ciudad crece hasta su segundo contorno amurallado, el Alcázar, en tiempos de beligerancia interna, se convierte en reducto seguro de cualquiera de los bandos enfrentados.
Visita organizada por el Museo Arqueológico de Úbeda.
Autor del texto y comentarista de la visita, Juan Ramón Martínez Elvira.
Autor de las fotografías y director del Museo, José Luis Latorre Bonachera.
CALLE VENTAJA
A la parroquia de Santa María perteneció su lado derecho. El opuesto, a San Pablo. Pero sólo el primero tuvo cierto movimiento social.
Su primer apelativo conocido fue el de Alonso Martínez de Arellano, un escribano que deja de existir al comienzo del siglo XVII. Tituló a la calle en 1599 y 1609.
Visita organizada por el Museo Arqueológico de Úbeda.
Autor del texto y comentarista de la visita, Juan Ramón Martínez Elvira.
Autor de las fotografías y director del Museo, José Luis Latorre Bonachera.
CALLE OBISPO TORAL
Está hoy dedicada al prelado ubetense fray Francisco Toral, primer Obispo de Yucatán. Desde el siglo XVI se ha conocido como Calle de la Cárcel y luego de la Cárcel Vieja, pues en ella estuvo y de ella desapareció esta institución penitenciaria. Hacia el año 1822 se le llamó también Calle del Cura (D. Luis de la Mota Hidalgo). En el rincón que hace se abrió un callejón sin salida (Callejuela de la Cárcel o de Merlín).
Visita organizada por el Museo Arqueológico de Úbeda.
Autor del texto y comentarista de la visita, Juan Ramón Martínez Elvira.
Autor de las fotografías y director del Museo, José Luis Latorre Bonachera.
CALLE MONTIEL
Comenzamos esta primera ruta por el barrio de San Pablo desde lo bajo de la calle Montiel, llamada así ya desde el siglo XV, porque conducía al postigo de muralla de ese mismo nombre, luego denominado de la Coronada. El primer gran edificio que encontramos es un soberbio palacio plateresco, de comienzos del XVI, del que no se tiene documentación alguna. Junto a él se abría un callejón que llegaba hasta la actual calle Cervantes. Otro, llamado del Estudio, arrancaba también en la acera de enfrente hacia el callejón de ronda de la muralla.
La plaza del Mercado, rebautizada posteriormente con diversas denominaciones de carácter político (Plaza de la Constitución, Plaza del Rey, Plaza del Generalísimo y Plaza del Primero de Mayo), ha sido, sin duda, el lugar más emblemático de toda la vida pública ubetense, con clara hegemonía respecto a las otras dos plazas importantes de la ciudad: la de Arriba o de Toledo (hoy, Andalucía) y la de Abajo (desaparecida).
(El próximo sábado, tras la Asamblea y el almuerzo en el restaurante Antique, visitaremos la Sinagoga del Agua, notoria huella judía. Por eso publicamos este nuevo artículo, para ir abriendo boca)
Sigamos el paseo donde lo dejamos, en San Lorenzo.
Dejamos atrás la Casa de las Torres (y su leyenda de la emparedada, la ilustre Dª Ana de Orozco y Padilla, a quien su marido y sobrino, D. Rodrigo de Dávalos y Orozco condenó a tan terrible muerte) y penetramos en el barrio de San Lorenzo, dejando de lado el pastiche del Palacio del Marqués de Contadero, atrozmente rehabilitado para sede de la Empresa de Turismo de Interior de la Junta.
A sus espaldas se alza el Museo Andalusí, una iniciativa privada de un conocido ubetense. La casa actual es del siglo XV, de la familia Chirino Narváez descendientes de judíos conversos, cuya conversión fue cuestionada por la Inquisición hasta el punto de hacer desaparecer todos sus emblemas de esta construcción y requisar todas sus pertenencias y atributos de nobleza.