Anécdotas de la Historia: Grecia (I)

Anécdotas de la Historia: Grecia (I)

El valor de las palabras

Bueno será saber que la palabra “griego” no es griega, sino latina: los romanos en su expansión hacia la Magna Grecia contactaron con una tribu helena que se llamaban a sí mismos graikoi, que los romanos pronunciaron graeci, y aplicaron a todos los habitantes de la zona.

Los griegos no tenían claro el concepto de nación, sino, en todo caso, de cultura común: la hélade (héllas), por lo que se denominaban a sí mismo “helenos”. Lo curioso es que el término viene de una comarca de Tesalia, donde se establecieron los aqueos. En su mitología, Heleno, primogénito de Deucalión y Pirra, los únicos supervivientes del diluvio universal nada nuevo bajo el sol…), se casó con Orséis, ninfa de Tesalia. De sus tres hijos, Doro, Juto y Eolo, proceden los distintos pueblos de la antigua Grecia. Los dorios deben su nombre a Doro, mientras que los eolios a su hermano Eolo. Por su parte, Juto tuvo dos hijos, Aqueo e Ion, de quienes descienden los aqueos y los jonios. Así, Heleno terminó siendo el padre de todos estos pueblos.

Pueblos originarios de la Hélade

 

Para los griegos, todos los extranjeros hablaban una lengua que les sonaba algo así como “bar-bar”, por lo que los llamaron bárbaros, sin la connotación actual de violento, salvaje o cruel. Sin embargo, los extranjeros helenizados eran llamados metecos.

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¡Felicidades, Adela!

El miércoles pasado (12 de febrero) tuvimos la suerte, la dicha y el honor de asistir a la celebración oficial de tus redondos ochenta años, que ya habías cumplido el pasado mes de enero. Por circunstancias del grupo de patchwork al que pertenecemos Inma, Margarita, Mari Carmen, Menchu, Conchita y el que esto escribe, no se pudo hacer antes, pues mi esposa y yo estuvimos con gripe, por lo que preferiste dejarlo para la semana siguiente con el fin de que todos disfrutásemos de esa efeméride tan bonita e importante, tuya y de todos nosotros.

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