Compro silencio

Conforme voy envejeciendo noto que la sociedad en la que me ha tocado vivir es cada vez más ruidosa, chabacana, bullanguera, e irrespetuosa con el silencio y el descanso de los que en ella conviven o coexisten.
Recuerdo -cuando era niño y joven- que mi umbral de ruido soportable era mucho mayor que el que aguanto actualmente, pues conforme he ido adaptándome a otras etapas de la vida mi sistema nervioso y mente se han ido llenando de ruido fútil y vano, hasta que he llegado al momento actual en el que deseo sobremanera la ausencia de ruido o sonidos innecesarios del tipo que sean. Incluso, hubo un tiempo, en el que para leer o estudiar podía hacerlo con música clásica, que no ligera o follonera, mas ya he alcanzado el extremo en el que para concentrarme plenamente he de disfrutar de un completo y sonoro silencio. El binomio oriente-occidente tiene mucho que decir al respecto…


Amo y añoro a aquellas sociedades y/o individuos que tienen al silencio como baluarte principal de sus vidas, propias y/o ajenas. Admiro a todo aquel ser humano que camina por la vida sigilosamente y nos muestra su parquedad en palabras y hechos como preciada tarjeta de visita en la que más es menos. Por eso necesito y compro silencio…


Sevilla, 12 de febrero de 2023.
Fernando Sánchez Resa

2 opiniones en “Compro silencio”

  1. ¡Cuánta razón tienes, Fernando!
    Aunque yo sigo estudiando con música de fondo (eso sí, adecuada) no soporto el ruido en los espacios públicos. No será la primera vez que salgo de un bar por el volumen de la música, o que pido la cuenta anticipadamente en un restaurante por el griterío de los comensales vecinos y de sus adorables y maleducados niños (por cierto,la última vez en Úbeda). Y no digo nada de los que hablan por el móvil y de facto no les haría falta, pues seguro que le oyen en lejanas tierras sin el adminículo.
    En fin, la ola de mal gusto y chabacanería se muestra en múltiples formas y ésta no es la menor.

    1. Me congratula que no sea el único al que le molesta el ruido extemporáneo y de mal gusto, por lo que nos cuentas, José Luis. Compruebo que, además de la edad que voy alcanzando, hay algo más sólido y acertado en esta «compra de silencio»…
      Muchas gracias por tu acertado comentario.
      Un abrazo.

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