Todo mes de septiembre trae sus novedades bajo el brazo y, también, sus certezas de las que nadie puede dudar.
Este año, aparte de la inflación, la carestía de la vida, el alargamiento del bochorno veraniego, el anuncio de borrascas… lo clásico es la “vuelta al cole” de los más pequeños del hogar, con su pretendida regularidad en los horarios, un tanto trastocados por el período estival.
Pero este reencuentro escolar revoluciona no solo al personal en edad de educación obligatoria o post-obligatoria sino a todo el círculo familiar que le arropa y garantiza que este proceso vaya a ir produciéndose como debe ser.
No voy a hablar aquí de los avatares que han de vivir los educandos enfrentándose nuevamente al reto de la escuela con sus antiguos y nuevos amigos, sus conocidos o nuevos tutores y/o profesores, etc.; sino de las gratificantes vivencias que sentimos los abuelos jubilados currantes para que este proceso anual se haga con toda normalidad y sin el menor contratiempo para que los trabajos y horarios de los padres de los infantes no se vean mermados ni obstaculizados.
Los abuelos de hoy en día (que cada día somos más) estamos súper implicados en el bienestar de nuestros nietos, atendiéndolos en todo momento y, en especial, cuando sus padres ya han vuelto al trabajo para que no se queden desamparados y la normalidad siga produciéndose en sus vidas, gracias al cariño, trabajo y tiempo que les dedicamos.
Este año vuelvo a vivir una nueva “vuelta al cole” en la carne de mis queridos nietos Abel y Saúl, que están sumamente ilusionados con tal de volver a ver a sus amigos, maestro y señorita maestra; y nosotros, los abuelos, revivimos nuevamente esos tiempos de reencuentro cual si fuéramos los niños que antaño fuimos y/o los padres de las hijas que tuvimos, siendo la felicidad el estado anímico más deseado, no exento de nerviosismo, esperanza y dudas del nuevo tiempo escolar que se nos echa encima, una vez que la pandemia de la Covid, con sus restricciones, ha soltado su férrea tenaza…
¡Feliz entrada de curso para todos: profesores, alumnos, padres, tíos, abuelos…!
Sevilla, 9 de septiembre de 2022.
Fernando Sánchez Resa