LINDA DONCELLITA
Linda doncellita que el cántaro llenas
del agua limpia de la fuente clara,
tú no pones el corazón en la fuente vieja
ni en el cántaro que llenas
de su limpia agua;
tu miras atenta a la tarde bella,
mientras tocas el bucle de tu pelo negro
con tu mano rosa, grácil, delicada
y aspiras el aire de aromas cargado
y sueñas en amores, preciosa muchacha.
Pedro Pablo Vico Robles