La Diputación de Jaén al alimón con el Instituto de Estudios Giennenses tuvieron el acierto de publicar, el año pasado (aunque por culpa de la pandemia no se pudo presentar en 2019, que ya estaba preparado), este interesante libro del bedmareño, Diego Rodríguez Vargas, afincado en Málaga, y con una provechosa estela de maestro (fraguado en la tahona educativa de la Safa de Úbeda), siendo un empedernido amante del fomento de la cultura (ya que ha cooperado intensamente en diversos proyectos europeos con las ciudades de Nador, Alhucemas, Tetuán y Tánger); investigador educativo destacado y promotor del puente cultural España-Marruecos, como símbolo de dos naciones hermanas que tanto tienen en común, aunque sean diferentes.