Cambio de fechas en la presentación de mi libro «ISNATIN»

La entrevista fue anterior al confinamiento. Por eso las fechas que anuncio son erróneas. Por fin, con permiso del covid, la primera presentación será el 7 de septiembre en Bedmar. La segunda, en principio, el 18 de octubre en Málaga.
A los asistentes se les entregará un ejemplar gratuito.

Ver a Dios

 

-Mañana, después del recreo, se suspenden las dos últimas clases –nos dijo don Sebastián-. Recibiremos al señor obispo en visita pastoral.

Nos venía bien una tregua a tanta clase. El obispo de Jaén, reverendísimo monseñor Félix Romero Mengíbar, de tez morena y entrado en carnes, instalado en un sillón sobre una tarima de madera, parecía un iluminado mandatario llegado del cielo. Su reluciente anillo de oro, los cruces de manos y su forma espaciada de hablarnos le daba solemnidad a su presencia y a su parlamento. Nosotros, los alumnos de los cuatro primeros cursos de magisterio (al bachillerato elemental se le llamaba magisterio), sentados en la sala de conferencias, seguíamos atentos a sus ilustres palabras: “No basta con vivir –comenzó-. Necesitamos creer en la trascendencia. La muerte es la puerta a un más allá de plenitud y felicidad en la eterna contemplación de Dios. Vosotros sois afortunados porque viéndome a mí es como si vierais al Papa y quien ve al Papa está viendo a Dios”.

Absorto me quedé intentando ver al Papa y a Dios en su dignísima persona, pero no lo conseguí. Su monótono discurso logró distraerme y trasladar mi imaginación a otros mundos más acordes con mi edad. Pensaba en mi hermano Francisco, a punto de ingresar en el seminario de Baeza, ubicado en el frío y bellísimo Palacio de Jabalquinto, con su fachada gótica flamígera, su patio renacentista y su imperial escalera iluminada por una monumental lámpara. Podía llegar a obispo, ¿quién sabe? Yo sólo quería ser maestro. No por falta de ambición por aspirar a más, sino porque era mi verdadera vocación.

Continuar leyendo «Ver a Dios»