Rebuscando en mi poblado (y siempre añorado) fondo de biblioteca, ya que el coronavirus nos ha proporcionado tanto tiempo útil, me encuentro con una joya pictórica que el Museo Arqueológico de Úbeda (siempre tan magnánimo en donar cultura y sabiduría a raudales), nos regaló allá por el año 2007 (desde el 21 de septiembre al 21 de octubre), a los visitantes que tuvimos a bien acercarnos por su sede (sita en una sorprendente casa mudéjar rescatada, en pleno corazón del entramado callejero ubetense antiguo), una amable y valiosa carpeta-gavilla en la que vienen contenidas, cual preseas artísticas preciadas y cazadas al vuelo del ambiente ubedí, diez maravillosas y sugestivas obras a plumilla del artista J. Carmelo; algunas de ellas vivo reflejo de entrañables escenas costumbristas ubetenses o monumentales.