Me ha recordado JASA, mientras leía y me empapaba de este libro, a Charles Darwin en su libro sobre “La evolución de las especies”, pero sin tener que tomar el barco “Eagle” para hacer su periplo transoceánico, aunque sí constituyéndose -en su propio feudo- en un entomólogo de las palabras y las frases ubetenses más genuinas y del pueblo llano, pues las ha cazado al vuelo y las ha ido almacenando en su caja-cabeza infantil-juvenil coleccionadora de insectos, estampas o palabras. ¡No sé qué esperan los de la Real Academia de la Lengua Española para darle un sillón de una de las letras de su abecedario -mayúscula o minúscula, ¡qué más da!-, pues en este ejemplar regala una extensa panoplia de palabras y frases ubetenses o ubedíes y de expresiones autóctonas de nuestra tierra inconmensurable!
Como bien merece consultar “las palabras y frases del terreno”, al igual que los sufridos hortelanos plantan, cuidan y recolectan frutas y verduras en nuestros campos y huertas de los alrededores, JASA, magnífico cocinero del lenguaje y de la lexicografía, cual auténtico masterchef, ha dotado a este tomo de muchísimos apartados con el que te reirás un montón y quedarás enterado también de todo lo que se dice -o se decían las antiguas generaciones- y de lo que se cuece en el habla popular. Por ello voy a coger algunas definiciones o frases graciosas para irlas explicando o estirando como pensamientos fugaces de feria. Ahí van.
Chiquitilla: Muy chica, como la Chiquitilla del Gavellar o como la alcaldesa Toni Olivares.
Coperativa: Cooperativa. Almazara. Molino. Lugar para llevar la aceituna y convertirla en aceite o dinero. En los últimos años, mencionar en Úbeda la palabra “coperativa” le pone a mucha gente del campo los pelos de punta, por el “agujero” en La Unión.
Escagarruciao: Estar ligeramente cagado por los efectos de un peo caldoso.
Follón: Lío. Alboroto. También pedo y si es mayúsculo será un “follonazo”.
Macanca: Carro tétrico de antaño para el transporte de muertos.
Ochío: Torta de pan de aceite con pimentón. Producto muy típico de la zona.“Eres más d´Úbeda que un ochío”.
Papihonrao: Agricultor con apariencia de“pobretico”,pero con muchas propiedades.
Penitroncha: “Penitenta”con el capirote sin cartón. Mujer penitente con capuz de la cofradía de Jesús, que porta cruz de madera de una forma muy peculiar.
Putisanto: Que pone una vela a Dios y otra al diablo. Que la mata callando. Que aparenta una cosa y luego es otra, sobre todo en el mundo cofrade.
Sopetillón: Sopa grande. “Cucha que sopetillón ha mojao en la yema del güevo”.
Tricoño: Tricornio. Gorro primitivo y oficial de la Guardia Civil. Palabra con connotaciones de picardía, pero que estaba permitida.
Zurriagazo: Golpe que se da con un zurriago para zurrar y pica bastante. Si mi padre viviera y leyera todo esto diría: “¡Este chiquillo lo que necesitaba es un buen zurriagazo y se le quitaban toas las tonterías. ¡Sansacabó!
Todas ellas son fruto del esfuerzo de los pioneros del ubedí básico: José Pérez Ortega, Pedro Nieto Hueso, Jerónimo Maeso Rienda, Antonio Millán Sánchez y, sobre todo, del incombustible y todopoderoso JASA; todos ellos recopiladores, progenitores y divulgadores de este gran diccionario que ha elaborado éste último, a su modo y manera.
Lo mismo le ha pasado con la colección de las “frases típicas del ubetense” que están transidas todas ellas de suma enjundia, fino humor y retranca e ingenio, a partes iguales. Ahí va un pequeño muestrario que degustar:
¡Agua pa los melonares!
¡El aire solano; si malo en invierno, peor en verano!
¡Eres más tonto que el cepazo de una barja!
¡Estás más quemao que el palo de la churrera!
¡Hay tres cosas en Úbeda que no tiene Madrid: La Chacha, Güevoduro y Rodriguillo, “El alguacil”!
¡No te digo ná!
¡Que te lleve la Macanca!
¡Tienes más tonterías que el escaparate de Jerónimo Maeso!
¡Tienes más trabajos que Pepe “el Loro”!…
En la contraportada, su amigo Antonio Cobo Gallego ha hecho un alambicado y perfecto resumen de lo que es el libro, incluyendo la biografía del autor, en un marcado intento de resaltar el amor que este ejemplar ciudadano de a pie tiene y siente por su amada ciudad de nacimiento, a la que ya lleva dedicados siete libros, en los que siempre vuelve a insistir y profundizar en la historia y acontecimientos ubetenses, vistos desde el prisma particular y destacable de un niño simpático y “espabilao” que se nos hizo mayor multiplicando sus talentos y bienes personales e intelectuales, que le donaron sus padres y la madre naturaleza.
Quiero recordar hoy y aquí a mi querida “tita” Rosa, una de las pocas vecinas con raíces y presencia continuada en la calle Fuente de las Risas que todavía vive y alberga en su memoria y ánimo su largo y rico periplo vital, ya cerca de sus 90 años, siendo una historia viviente que corrobora todo lo que JASA nos cuenta en su libro.
Finalmente, JASA agradece de corazón, como persona bien nacida que es -y no es para menos- al turbión de familiares, amigos, vecinos y conciudadanos que le han prestado ayuda incondicional para poder coronar esta babélica creación literaria popular, tan interesante y meritoria, digna de un hormiguita laborioso y portentoso que ama tanto a su tierra que no le importa ir laborando años, meses, días y ollas, hasta que se encuentra con este buen tocho en sus manos y que tanto le satisface.
Yo no puedo ni debo hacer más que lo mismo: darle las gracias a ustedes por su amable asistencia y atención; y, a Juan Antonio, por haber confiado en mi persona para hacer el prólogo y presentar este libro, que será un peldaño más en la escalera ascendente que se ha propuesto coronar, si la salud, el tiempo y el voluble e imprevisible destino se lo permiten.
¡Ah, que ustedes lo disfruten y saboreen! ¡Es miel de elaboración ecológica autóctona que no se puede encontrar en cualquier parte!
P.D.: Las fotos son de Alberto Román, a quien agradezco su préstamo.
Úbeda, 16 de noviembre de 2019.