Por Mariano Valcárcel González.
Bueno, aquí estamos tras el 10 de noviembre.
Como la sibila (una de esas que andan por las alturas de la Capilla Sixtina) vaticinaba el reinado de la confusión seria; es manifiesto. O sea, que jodidos estábamos y jodidos seguimos; que esto parece el batiburrillo de un bazar moruno, todo mezclado y disperso y al albur de las ofertas, las demandas y el regateo, regla máxima y ejecutable de cualquier bazar que se precie.