“Cita previa”

Por Fernando Sánchez Resa.

Ya no vale, como hasta hace poco, que el interesado se presente en una oficina o entidad para resolver sus asuntos personales o de cualquier otra índole; no…

De un tiempo a esta parte, se ha puesto de moda obligatoria (como hasta hace no demasiado tiempo, las tiendas de “Todo a cien”, cuando pululaban como setas por nuestras ciudades y pueblos de España) tener que pedir una cita para tratar de resolver cualquier asunto importante o bagatela que se tenga entre manos: hacer la Declaración de la Renta, consultar dudas en la Agencia Tributaria, resolver cualquier trámite en las múltiples empresas del ramo del suministro de electricidad o gas.

Idem si se trata de cualquier compañía de telefonía de las muchas que pululan por nuestro mercado nacional e internacional, sin que -paradójicamente- ellas hayan concertado “cita previa” contigo, ni te hayan dado un aviso previo; aunque, eso sí, algunas son capaces de asaetearte telefónicamente o por correo electrónico, a diestro y siniestro, para meterte por los ojos y oídos sus maravillosos productos, aunque sea la hora más intempestiva del mundo (almuerzo, siesta, etc.). ¡Y no pasa nada…!

Por eso me gustaría -ya que estoy dispuesto y animado- pedir “cita previa” para el cielo (no así para el infierno, del que comentan que es demasiado cálido y bochornoso), con el fin de visitarlo, ver si me gusta y quedarme definitivamente allí, cuando lo crea conveniente -lógicamente- el Sumo Hacedor…

Solamente tengo un pequeño o gran problema: no tengo dirección ni teléfono, tampoco correo electrónico o web de ese paradisíaco lugar…, con el que poder contactar, ahora que todo parece que se puede hacer, pues deseo pedirla urgentemente, teniendo así la seguridad de que me van a recibir, según tiempo y forma acordadas.

Por eso, pido a quien tenga alguno de ellos o los conozca que sea tan amable y me los facilite… ¡Le estaré sumamente agradecido!

Sevilla, 2 de junio de 2019.

fernandosanchezresa@hotmail.com

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