Soledad: 150 años de San Miguel a San Lorenzo, 1

Por Fernando Sánchez Resa.

Acabo de salir de una visita guiada a la magna exposición que lleva el mismo título que este artículo, sita en los bajos del actual ayuntamiento hispalense, gracias a la deferencia de Distrito Casco Antiguo y de la propia cofradía. Con su permiso, me gustaría transmitirle mis impresiones, sentires y emociones, adjuntando las fotos más destacables, y animarle a que la visite. No quedará defraudado.

En este lluvioso día, hemos quedado un grupo de vecinos de este distrito, entre los que se encontraban unas cuantas personas que precisaban del lenguaje de signos, con su amable guía turística, para ir traduciendo, simultáneamente, todo lo que fuese explicando el cicerone de la cofradía de la Soledad que nos asignen. Son las once y media de la mañana y estamos a las puertas del palacio municipal hasta que, con puntualidad inglesa y una vez pasada lista, penetramos en el recinto, quedando admirados por su belleza arquitectónica en la que su escalinata central nos enamora.

Se han dispuesto siete completas salas para conmemorar el 150 aniversario del traslado de la Hermandad de la Soledad desde la parroquia de San Miguel a la de San Lorenzo. Cuando comenzamos la visita, nos regalan amablemente un programa resumido de lo que se va a visitar.

El representante de Distrito Casco Antiguo nos presenta a Ramón Cañizares Japón, cofrade, ingeniero y amante de la historia del arte, que va a ser nuestro amable y sabio guía. Él nos va a dar todo lujo de detalles históricos, artísticos y cofradieros para que tengamos conocimiento exhaustivo de esta exposición.

La primera sala está ubicada en el patio mayor del ayuntamiento y trata sobre la Historia Soleana (de la Soledad). Por medio de paneles, carteles, fotos, cuadros, maqueta…, se nos va relatando cronológicamente la larga Historia de la Soledad, que comenzó a mediados del siglo XVI, mediante unas primitivas reglas que se enraizaron con formas culturales propias y autóctonas, conformando un tipo de hermandad a imitar por otras cofradías del Reino de Sevilla y en América.

Su peregrinaje cronológico y parroquial está explicado en una gráfica, destacando los 235 años que permaneció en la gran capilla del templo la Casa Grande del Carmen, hasta que los franceses lo destruyeron. Allí hubo obras de los mejores artistas del barroco sevillano.

 

Quedamos enterados de que, durante este largo período, muchos hermanos soleanos hacían doblete: eran caballeros de la nobleza, a la vez que pertenecían a la Real Maestranza de Caballería de Sevilla.

Debido al traslado de San Miguel a San Lorenzo y su fusión con la Hermandad Sacramental, integrada a su vez por otras tres cofradías, en esta sala se expone parte del rico patrimonio de todas ellas.

 

La segunda sala (San Lorenzo. Parroquia y Hermandad) está ubicada en la logia de la casa consistorial. Alberga un extenso y rico muestrario documental y artístico, tanto de la Hermandad Sacramental de la Soledad, como de la parroquia de San Lorenzo. Sus vitrinas contienen valiosas piezas de pintura, escultura, orfebrería, bordados y libros sacramentales o parroquiales.

A su salida, y junto a las escaleras, hay depositados cuatro capotes de diferentes colores, ofrecidos por toreros a la Soledad.

Una vez que nos plantamos en el patio menor del ayuntamiento, nos encontramos en la luminosa sala tercera, titulada San Lorenzo, la Capilla del Sagrario. Allí, podemos admirar una conseguida colección fotográfica de esta capilla, con su decoración pictórica mural original, cuyo trescientos aniversario se cumple este año, gracias a los artistas Domingo Martínez y Gregorio de Espinal (lo que va a permitir su restauración para poder disfrutar de su decoración original, al ser levantada por la Hermandad Sacramental, a caballo entre los siglos XVII y XVIII). Destaca, en su centro, la Inmaculada que preside el altar y una pareja de ángeles lampareros. Los tres son obra de Benito de Hita y Castillo.

 

fernandosanchezresa@hotmail.com

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