Por Fernando Sánchez Resa.
¡Qué pronto ha pasado el verano…! Y eso que yo no he faltado, casi ningún día, a mi guardería de Kindermundi, pues mis papás, que tanto me quieren, me apuntaron todo el curso pasado para que yo estuviese bien entretenido y relacionado y que no echase de menos nada de nada. ¡Todos sus desayunos y comidas me han sabido a gloria! Algunos hasta los he repetido, pues tenía un hambre canina… ¡Qué señoritas más guapas y estupendas he tenido! A algunas las entendía poco, pues mi idioma nativo es el español y, al ser algunas germanas o austríacas, el alemán lo veo un tanto difícil; pero su amor y alegría sí que me lo han sabido transmitir íntegramente. Ese es el idioma universal o esperanto auténtico que debería usarse cotidianamente en todos los ambientes y naciones. Hasta me he podido bañar muchas veces, como Dios me trajo al mundo. Me gusta tanto el agua…; como a cualquiera de mis compañeros, claro. Me han tratado y tratan tan bien en ésta, mi segunda casa…