Por Mariano Valcárcel González.
El estado del bienestar, ideal perseguido acorde con el desarrollo europeo tras la segunda guerra, ha sido deseado por los estado democráticos y especialmente los que han tenido una fuerte influencia socialdemócrata o un cierto consenso entre estos y los de la derecha.
Se consideró y se debiera seguir considerando que obtener este estado de bienestar afectaba positivamente a todos los estratos sociales, logrando el equilibrio entre los mismos, evitando fricciones innecesarias y logrando así la paz social. Ejemplo de ello durante bastantes décadas lo constituyó Suecia.