La Sevilla del Siglo de Oro, 3

Por Fernando Sánchez Resa.

Habla también de Cervantes y el texto que llevamos anexo en la fotocopia sobre el encargo que lleva el caballero del Bosque de su enamorada: “Una vez me mandó que fuese a desafiar a aquella famosa giganta de Sevilla llamada La Giralda, que es tan valiente y fuerte hecha de bronce, y sin mudarse de un lugar es la más movible y voltaria mujer del mundo. Llegué, vila y vencíle, y hícele estar queda y a raya, porque en más de una semana no soplaron sino vientos nortes”.

Para muchos historiadores y entendidos, este siglo XVI es muy denso, pero está muy bien estudiado.

La catedral Santa María de Sevilla, también conocida como catedral de Santa María de la Sede, es la catedral gótica más grande del mundo, y es el tercer templo más grande del mundo tras la Basílica de San Pedro del Vaticano en Roma, y San Pablo en Londres. Le siguen Il Duomo de Milán y Santa María del Fiore de Florencia. El viernes 8 de julio de 1401, al acabar el cabildo que decidió iniciar el actual edificio de la catedral hispalense, uno de los canónigos pronunció una frase que resume bien el espíritu de los sevillanos: «Fagamos un templo tal e tan grande, que los que la vieren acabada, nos tengan por locos».

Y termina dándonos unas pinceladas sobre el Palacio Arzobispal, que fue declarado Monumento Histórico Artístico en el año 1969. Es barroco tardío de los siglos XVII-XVIII.

La siguiente parada la hacemos bajo la estatua de la Inmaculada Concepción, con un turbión de mosquitos escoltándonos, que nos obligan a desplazarnos a una zona menos iluminada de la plaza. Manuel quiere destacar dos cosas sobre el Alcázar de Sevilla. Una: la boda de Carlos V con su prima Isabel de Portugal. Casamiento que es casual en esta ciudad, pues pensaba hacerlo en la Alhambra de Granada. Nos describe el azaroso viaje de la época que realizó la novia desde el país vecino, tardando diez días en llegar, y entrando por la Macarena. Se casan en el salón de embajadores. Nos habla de la flor persa, como le llamaban al clavel, que se introdujo en Granada en esta época y de que el siglo XVI solo tiene tres reyes en España: los Reyes Católicos, Carlos V y Felipe II. Por eso, tuvo una estabilización muy diferente a la que tuvieron otros siglos españoles, donde había la pila de reyes gobernando y hasta guerreando. Dos: recuerda que en 1982 son nombrados como Patrimonio de la Humanidad tres monumentos de esta plaza: Archivo de Indias, Alcázar y Catedral. ¿Hay quién lo supere…?

En el siglo XVI, llegan a esta ciudad los jesuitas (la Compañía de Jesús), puesto que es paso obligado hacia el Nuevo Mundo, lo que le da una preponderancia para que las órdenes religiosas que se dedicaron a la conquista y adoctrinamiento del nuevo mundo (franciscanos, dominicos y agustinos recoletos) vengan aquí para embarcase a América. Y también hay varios hospitales que se levantan o refundan durante este siglo: Amor de Dios, Espíritu Santo, el de Las Cinco Llagas…

El comercio de las Indias viene reflejado integrante en el Archivo de Indias. Si los investigadores descubren un barco hundido, por ejemplo, han de venir aquí para buscar sus huellas y saber cuándo partió y conocer todos sus detalles.

Vamos caminando por los aledaños del Alcázar, en donde se encontraba la Casa de Contratación, que hoy está dentro del Alcázar, y la Aduana para los productos (lo que hoy es Hacienda).

La Casa de Contratación se levanta para que las transacciones no se hicieran en la catedral y solo allí; luego estaban las Atarazanas y otros edificios como la Casa de la Moneda, aprovechándose del recinto amurallado que había. Desvela que a la Torre del Oro realmente no llegaba oro, pues la Casa de los Azogues estaba al lado de hacienda…

Insiste en que se queda poco oro en esta ciudad, pues servía para saldar los préstamos solicitados a un interés alto. Había mercaderes de todas las nacionalidades, religiosos de todo tipo, componentes de sociedades variopintas. Se puede ver perfectamente reflejada en los magníficos escritores de la época y sus inigualables obras literarias: “Rinconete y Cortadillo”, “El coloquio de los perros”, “El diablo cojuelo”… En todas ellas viene reflejado lo que era el hampa y su ambiente especial, con su colección de pícaros, indianos con taparrabos para venderlos… ¡Sevilla era una ciudad planetaria, pancarta de Indias!

Ya existía comercio desde el siglo XIV. Era Sevilla la privilegiada, no Lisboa ni Huelva o Cádiz. En la Casa de Contratación se estudiaba de todo. Hay mucha bibliografía sobre ello. Refiere el largo y escabroso mundo de la mancebía o prostíbulos que estaban en el Arenal de Sevilla, ya que era el puerto más cercano. Vigilar a las prostitutas era una forma de controlar la prostitución y su negocio. Nuestro guía refiere los tipos de prostitutas que había, cuya condición principal para serlo era que debían ser huérfanas, pues no podían tener sus padres vivos. También había prostitución masculina: era la sodomía o pecado nefando, entre otros… ¡No se privaban de nada! Incluso el cabildo tenía sus propias barraganas, hasta que las prohibieron. El vestido identificativo de estas pobres mujeres lo dice todo: era talar y con una raja por detrás; todo un hecho fehaciente para la praxis fácil del goce masculino.

Allí estaban todos, incluso los contrabandistas o contratistas. Hasta santa Teresa de Jesús viene a Sevilla, a la calle Zaragoza, y compra un edificio para su orden de carmelitas descalzas, quedando noqueada al ver que se encontraba en medio de la mancebía. De ahí que sacudiese sus babuchas cuando marchó de Sevilla, pues no quería volver más…

La Casa de Contratación es la que se encargaba de saber y controlar todo lo que salía o entraba de Sevilla. Nos paramos ante el edificio que la albergaba y nos habla de ella un poco. Aclara que pasó luego a Cádiz cuando el negocio fue menos boyante. Se crearon dos flotas de Indias con 25 o 30 naves cada una; una iba a Veracruz y otra a Panamá, y volvían juntas para evitar el pirataje. Triana surtía de grumetes y marineros a estas flotas…

Habla de fray Bartolomé de las Casas que actuó en defensa de los negros, del esclavo y del indio y que fue el forjador, entre otros, de nuestra maldita leyenda negra en América y Europa.

Terminamos la visita en la Puerta de Jerez, cerca de donde estuvo el germen de la Universidad de Sevilla en 1502. Estamos junto a la que fue la capilla del Colegio de Maese Rodrigo, en la Puerta de Jerez. Manuel nos refiere la larga historia de la universidad hispalense que está enlazada con la historia de España hasta la época actual.

fernandosanchezresa@hotmail.com

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