Por Mariano Valcárcel González.
Aquel verano pasé a Mallorca donde estaba mi hermano Antonio.
Trabajaba él en la central de correos de Palma y me enchufó allí para reforzar la zona de buzones, que en esa temporada recibía más y más cantidades de correspondencia, especialmente postales, pues la oleada de turistas en la isla ya era muy importante, especialmente cuando llegaba algún crucero (que por entonces no se había alcanzado la democratización total de este tipo de vacaciones y eran menos frecuentes y más selectivos).