Por Jesús López Román.
Profesor titular de Universidad.
3. Localización de la judería de Úbeda
El título LIII del fuero se dedica, casi en su totalidad, a la regulación de los pleitos entre judíos y cristianos. Al analizar su contenido, se aprecian ciertos datos que nos pueden servir para poder establecer la localización de la judería dentro de la ciudad. Veamos algunos ejemplos.
Cuando se dictamina el modo de actuar del juez cristiano y del albedino judío, el fuero afirma lo siguiente: «…el querelloso quanto fallare de los judíos fuera del alcaçeria pren/delo sin calonna». Algo más adelante aparecen otros dos párrafos en los que también se contiene la palabra alcaçeria. Son los siguientes: «Llos plazos entre cristianos & judios sean a la puerta del alcaçeria e non a la puerta de la sinoga». «E sy por auentura el judio los pennos husare e prouargelo pudieren en la alcaçeria o fuera peche los pennos doblados». (Peset y Gutiérrez, 1979, págs. 361 y 362).
Ambos autores introducen una nota a pie de página (pág. 361, nº 1018) mediante la que manifiestan la identidad semántica existente entre los vocablos alcázar y alcaçeria. De este modo, pretenden evitar que se confunda el término alcaçeria con alcaicería o mercado de la seda. Los autores mencionados desean hacer constar que cuando en el fuero de Úbeda aparece la palabra alcaçeria se hace referencia, exclusivamente, al recinto amurallado existente al sureste de la ciudad y denominado Alcázar. En congruencia con el texto del fuero que analizan y comentan con todo detalle, afirman taxativamente: «En concreto en Úbeda los vemos (a los judíos) asentarse en el alcázar, en un barrio especial y en la zona más protegida» (Peset y Gutiérrez, 1979, pág. 193).
Los investigadores mencionados ofrecen dos posibles razones de esta ubicación: el peso o importancia de la comunidad hebrea ubetense o la necesidad de protegerlos por exigencia de los monarcas. Esta segunda explicación es la correcta; por este motivo, las juderías mucho más poderosas y extensas de las grandes ciudades castellanas disponían de castillos y fortalezas para su defensa.
La localización de la judería ubetense en el Alcázar se confirma, además, por un documento depositado en el Archivo Histórico Municipal (carpeta 4, nº 2) que, según un investigador ubetense, corresponde a los comienzos del siglo XIV. Se trata de una copia, sin datos identificativos, que este autor transcribió con el siguiente título: Memorial original de todos los donadíos de esta iglesia fechos por el Sr. Rey don Alfonso y Caballeros originarios y pobladores de la Alcázar de esta Villa». (Ruiz, 1908, págs. 361 y 362).
La citada copia, al relacionar los caballeros que habían vivido en el Alcázar, menciona a un vecino de dicho barrio afirmando que: «e sus casas fueron en el Alcázar e son agora judería». A otro vecino, don Moro, se le presenta como titular de un donadío, viñas y unas casas que habían sido suyas aunque, en esas fechas, pertenecían al cabildo de la colegiata de Santa María; tales casas estaban situadas «a la puerta de la judería cerca del adarve». El adarve, en este caso, no hace referencia al camino de ronda situado en la parte superior de las murallas, sino a los propios muros que las conforman. En un concreto lugar del fuero de Alarcón y en el fuero romanceado de Cuenca, se utiliza el vocablo ‘adarve’ para referirse a los muros que rodeaban y fortificaban ambas localidades (Peset y Gutiérrez, 1979, pág. 310).
No parece, por tanto, que pueda quedar duda alguna sobre la ubicación de la judería de Úbeda: estuvo situada en el barrio amurallado conocido como el Alcázar.
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