“Los pinares de la sierra”, 18

Por Dionisio Rodríguez Mejías.

5.- Una lección de psicología.

Aquel trimestre, la ganadora fue una francesita rubia, con unos preciosos ojos verdes y un acento agradable y seductor: Gènevieve Chadenet, a la que familiarmente llamaban Genny. Sus clientes habían comprado nada menos que dieciocho parcelas y el premio, que el señor Triquell le entregó personalmente, era un precioso arlequín de la firma Lladró, y un sobre con dieciocho mil pesetas en efectivo. A Genny siguió Lidia Ramos, con doce parcelas vendidas a las familias entrevistadas; y la tercera, María José Vázquez con diez. También recibieron espléndidos regalos, sobres con dinero y los emocionados aplausos del resto de sus compañeros.

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Crujir de dientes

Por Mariano Valcárcel González.

Escribí hace tiempo que parecía que fuese a propósito que se premiase a los malos, a los que peor habían hecho sus obligaciones, a quienes no cumplieron correctamente su trabajo. Sí, hace un tiempo que esto escribí.

Pues como si fuese ahora mismo, que lo que escribí no solo no era un parecer mío sino que se muda en realidad absoluta. Mírese, si no, lo sucedido con el Banco Popular, unos de los punteros (se ve que supuestamente) de España, que se ha vendido, asombrado estoy, ¡por un euro!, ¡todo un banco, con todo lo de dentro y lo de fuera, por un euro, tío!, que de saberlo uno, que tiene al menos un euro, habría ido a esa compra… ¿Se lo imaginan?

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“Los pinares de la sierra”, 17

Por Dionisio Rodríguez Mejías.

4.- El cebo.

Aquello era la locura. La ilusión de ganar dinero arrebata y fascina por la aparente facilidad con que se puede conseguir, sobre todo, si ‑como era el caso‑ se han tomado unas copas de champán y el ambiente invita a soñar con riquezas, placeres y opulencia.

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“Los pinares de la sierra”, 16

Por Dionisio Rodríguez Mejías.

3.- Champán, mujeres y dinero.

Desde las seis y media de la tarde, el ascensor no dejó de subir y bajar ni un solo instante. La fiesta congregó a más de un centenar de personas y una decena de camareros, que con sus chaquetas blancas y sus llamativas pajaritas de raso, iban de un lado a otro, con bandejas repletas de copas de champán, que cogíamos de la bandeja y apurábamos al instante. Había también unas chicas muy guapas, con exagerados escotes y zapatos de tacón acharolados, que se mezclaban con los vendedores, vestidos aquel día con traje y corbata por obligación; como si asistieran a misa de doce, el día de la fiesta mayor. Unos y otros charlaban y reían muy animados, chocaban sus copas para brindar por los futuros éxitos de la empresa y, una vez vacías, volvían a dejarlas en la bandeja para seguir bebiendo.

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“Los pinares de la sierra”, 15

Por Dionisio Rodríguez Mejías.

2.- Una mentira más.

Mientras caminaba hacia la puerta, me vino a la cabeza una idea brillante y luminosa, que estaba seguro de que le iba a impresionar. Me invitó a sentarme, encendió un resto de puro que había en el cenicero, se arrellanó en el sillón y dijo, mirándome a los ojos en tono desafiante.

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Carta apócrifa a un falangista

Por Mariano Valcárcel González.

Camarada:

Como sé que todavía, y a pesar del tiempo pasado, continúas en tu afiliación política, tan vintage, pues me permito unas reflexiones que quiero compartirte.

Me admira, en principio, que, a pesar de las evidencias, sigas defendiendo ese falangismo descafeinado y totalmente manipulado en que lo convirtió Franco. O no has revisado bien la historia del partido o simplemente nunca fuiste un verdadero falangista. Me explicaré.

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Sabina, Hijo Predilecto y Medalla de Oro de Úbeda, y 2

Por Fernando Sánchez Resa.

Tras los abrazos, los aplausos y las emociones vividas por todos, especialmente por el homenajeado, Toni Olivares lee un sentido y largo discurso agradeciendo a la familia e íntimos de Joaquín Sabina su presencia y feeling con ellos, dirigiéndose no solamente a los presentes en el auditorio sino a los que están fuera en el patio visionando por la gran pantalla lo que ocurre en el epicentro del acto y a los que lo visionarán por otros medios de comunicación. En él va entreverando la historia de la infancia y adolescencia del homenajeado que estudió en las Carmelitas y los Salesianos y que se enamoró de una guitarra en el Instituto San Juan de la Cruz, hasta ir enlazando el ser de Úbeda de Sabina con la universalidad de sus canciones y creaciones poéticas o pictóricas, aprovechando para introducir su mensaje político en el que resalta los logros de los ubetenses del pasado y los presentes (y los futuros, que también llegarán) que están imprimiendo un estilo nuevo a esta capital cultural de la provincia de Jaén que ha de estar orgullosa; y más…, desde que es Patrimonio de la Humanidad.

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Sabina, Hijo Predilecto y Medalla de Oro de Úbeda, 1

Por Fernando Sánchez Resa.

Tras el fallido intento anterior, por fin, llega el día y hora esperados: domingo, 9 de julio, a las 13 h, para hacer entrega pública del nombramiento como Hijo Predilecto y de la Medalla de Oro de la Ciudad de Úbeda a don Joaquín Ramón Martínez Sabina, mundialmente conocido por Joaquín Sabina, en el incomparable Auditorio del Centro Cultural “Hospital de Santiago”, precisamente al mes justo de haber empezado su gira internacional, “Lo niego todo”, en nuestra localidad.

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“Los pinares de la sierra”, 14

Por Dionisio Rodríguez Mejías.

CAPÍTULO III

Al día siguiente, a primera hora de la mañana, me puse a comprobar la previsión financiera de las empresas conflictivas, antes que me la pidiera el señor Manubens. Estaba comprobando el fondo de maniobra, cuando me llamó a su despacho.

─¿Desea alguna cosa, señor?

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“Los pinares de la sierra”, 13

Por Dionisio Rodríguez Mejías.

6.-Un bello amor condenado al fracaso.

El señor Bueno se enamoró de Ana como un recluta, hizo locuras que seguramente no hubiera hecho por ninguna otra mujer y, con demasiada frecuencia, se les veía juntos de la mañana a la noche. Ella sabía que aquel señor ―que casi le doblaba la edad―, estaba casado, tenía dos hijas, y no era lo que se dice un guaperas; pero no le preocupaban esos detalles. Lo que Ana valoraba es que era un hombre de mundo, bien relacionado, listo, atento y caballeroso. Desde que lo vio por primera vez, comprendió que aquel hombre reunía todas las condiciones del galán con el que había soñado desde pequeña, y fue a por él sin contemplaciones.

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