Por Fernando Sánchez Resa.
Siguiendo mi particular relato sobre los avatares del taller de cine, celebrado en la sacristía de la iglesia de San Lorenzo (el 2 de septiembre, a las 18 h) de la mano de Miguel Ángel Fuentes y el cineasta holandés Ramón Gieling, y enmarcado en las Terceras Jornadas y Concurso de “Sabina por aquí”, escogidos cinéfilos visionamos la película Fortuna ciega (Blind fortune, 2012), con su correspondiente y aclaratorio cinefórum.
Primeramente, Miguel Ángel nos hizo una pequeña introducción del director de la mencionada peli, nacido en Utrech en 1954 y realizador de un montón de cortos y filmes. Como vivió un tiempo en Cataluña, le sirvió para realizar la película Tramontana, hace siete años. También nos comentó retazos de lo que íbamos a ver: un puesto de la ONCE que trae el nexo de unión entre lo que ve una persona ciega de nacimiento; otras que lo llegan a ser por accidente o edad, incluyendo una que vive con su hija, síndrome de Down; hasta que acaba con un personaje vidente, pero que se puso ciego de cocaína y droga por tener la mala suerte de que le tocase un cuantioso premio de la ONCE, consiguiendo perder el cariño de su familia y, especialmente, el de su madre, para siempre…
Ramón expresó su gran interés por la ceguera, por lo que quiso mostrar los dos lados de la misma moneda: el milagro de tener vista y la paradójica bendición de la ceguera; aunque prefirió dejar de hacer más comentarios antes de su visionado, realizándolos después…
Me impactó el comienzo del filme, con una frase famosa de John Lennon: «Vivir es fácil con los ojos cerrados». En este documental, su director nos introduce en el mundo de varias personas ciegas, con el telón de fondo de la compra‑venta del cupón de la ONCE, mostrándonos contrapuestas historias de diferentes personajes: unos, vendedores de ilusión; y otros, ganadores y perdedores. Sus principales protagonistas son personas ciegas, vendedoras del cupón de la ONCE, y ha sido grabado íntegramente en Málaga y Sevilla. El estreno se celebró en Holanda, en el marco del prestigioso festival International Documentary Film Festival Amsterdam (IDFA). En España, se estrenó en el Festival de Cine Español de Málaga, coproducida con la productora holandesa PVH Films, la productora malagueña M30M y Canal Sur Televisión.
Su visionado nos desveló que las personas ciegas viven en un universo de oscuridad, sombras inmóviles y manchas grises, siendo sus sentidos del tacto y de la audición mucho más desarrollados que los de las personas videntes; y que, en España, el 60% de las personas ciegas viven de su trabajo como vendedores de cupones de la ONCE.
A su finalización, retomamos el cinefórum y Gieling nos habló de su propia y sagrada libertad como director y cineasta, por lo que nunca se deja influir por productores, guionistas, etc., en su trabajo. Como le pasó con la ONCE, que no le gustó cuando se exhibió en Málaga, pues ella quería que se hiciese un documental alabando su labor y no criticándola o exponiendo crudamente su realidad cotidiana…
También nos enteramos de que Ramón Gieling había hecho 10 películas hasta la fecha, siendo Fortuna ciega la última; y que, en ese momento, estaba trabajando aquí, en un proyecto del que buscará financiación…
Por todo lo acontecido y hablado, los asistentes nos sentimos hondamente impresionados, sacando la conclusión de la difícil y complicada vida que ha de afrontar diariamente una persona ciega, que ha de luchar contra muchos más imponderables que los agraciados videntes, que debemos estar más que contentos con este regalo de la naturaleza, puesto que en cualquier momento se puede perder. ¡Dios no lo quiera…!