Por José María Berzosa Sánchez.
1.3. El ritmo en el verso.
13.1. Verso.
El verso es la unidad menor, organizada dentro de una estrofa. Debe estar relacionado con otro u otros versos, para que tenga sentido el uso dentro de él de otras unidades rítmicas menores como el acento, la rima, el número de sílabas, la pausa y el encabalgamiento. Estas unidades menores pueden aparecer a voluntad del escritor. La dificultad de la creación en verso —sin tener en cuenta el mérito artístico, ni otros aspectos lingüísticos—, está en el uso de estas unidades menores. El mérito artístico se consigue cuando el uso de estas unidades menores se acomoda naturalmente a la expresión y no se advierte el artificio o éste sirve para potenciar el texto; cuando las ideas fluyen sobre la técnica.
131.1. Timbre: rima total o consonante; rima parcial o asonante.
La rima total o consonante se produce cuando, a partir de la última vocal acentuada, coinciden todos los sonidos de dos o más versos, con leves modificaciones en las vocales no acentuadas de los diptongos.
A).
«Todo varón prud—ente
aconseja en el tiempo conven—iente,
que es hacer de la ciencia vano alarde,
dar el consejo cuando llega tarde«.
Fábulas morales. Félix María de Samaniego, Madrid, Marte, 1989.
B).
«La tarde sueña dormida
en la niebla flotadora:
daré niebla a mi alma herida
para ver si así no llora«.
Antología poética 2: ‘Arias tristes’. ‘Espacio’. ‘Ninfeas’. ‘Romances de Coral Gables’. Juan Ramón Jiménez, edición de Javier Blasco, Madrid, Cátedra, 1995.
La rima parcial o asonante se produce cuando, a partir de la última vocal acentuada, coinciden los sonidos vocálicos, cualesquiera que sean las consonantes o las vocales no acentuadas de los diptongos. En los esdrújulos no se cuenta tampoco la penúltima sílaba, según explicamos más abajo en 1312.5.
A).
«El cielo azul cada instante
es más azul; y yo siento
que en la mañana hay fragancias
aunque no haya flores; veo
temblar a las hojas secas,
y los jardines enfermos
se inunda para mi alma
de músicas y aleteos».
Antología poética 2: ‘Arias tristes’. ‘Espacio’. ‘Ninfeas’. ‘Romances de Coral Gables’. Juan Ramón Jiménez, edición de Javier Blasco, Madrid, Cátedra, 1995.
B).
«Mi alma ha dejado su cuerpo
con las rosas y callada
se ha perdido en los jardines
bajo la luna de lágrimas.
Quiso mi alma el secreto
de la arboleda fantástica;
llega… el secreto se ha ido
a otra arboleda lejana.
Y ya, sola entre la noche,
llena de desesperanza,
se entrega a todo, y es luna
y es árbol y sombra y agua«.
Antología poética 2: ‘Arias tristes’. ‘Espacio’. ‘Ninfeas’. ‘Romances de Coral Gables’. Juan Ramón Jiménez, edición de Javier Blasco, Madrid, Cátedra, 1995.
131.2. Cantidad: Número de sílabas.
El número de sílabas de un verso oscila entre dos y diecinueve; sin embargo, la medida más frecuente es la de versos de ocho y de once sílabas. Hasta ocho sílabas se considera que el verso es de menor extensión, o de arte menor. De nueve en adelante los versos son de arte mayor. A partir de doce sílabas, el verso se divide en dos mitades, o hemistiquios, con una pausa central. El número de sílabas se suma mitad más mitad, teniendo en cuenta los fenómenos que estudiamos a continuación.
1312.1. Diéresis.
Se produce cuando se separan dos vocales que forman diptongo. La diéresis debe marcarse en el escrito con dos puntos sobre la vocales cerradas ï, ü. [Otros prefieren hacerlo sobre la vocal abierta ä, ë, ö].
A).
«/en.tre. las. vï.o.lé.tas. fuí. he.rí.do/
/del. ás.pid. que hóy. en.tre. los. lí.lios. mó.ra/
/i.guál. fuér.za. te.ní.as. sién.do Au.ró.ra/
/que. yá. co.mo. Sól. tié.nes. bién. na.cí.do/».
Antología poética 1: ‘Al nacimiento de Cristo nuestro señor’. ‘A los celos’. ‘A una dama habiéndola visto niña y después muy dama’. Luis de Góngora, Madrid, SGEL, 1983.
B).
«/cuan.do el. si.lén.cio. te.ní.a/
/tó.das. las. có.sas. del. sué.lo/
/y. co.ro.ná.da. del. yé.lo/
/rei.ná.ba. la. nó.che. frí.a/
/en. mé.dio. la. mo.nar.quí.a/
/de. ti.nié.bla. tán. crü. él/
/ca.í.do. se. le há un. cla.vél/
/hóy. a. la Au.ró.ra. del. sé.no/
/qué. glo.rió.so. que es.tá el. hé.no/
/por.que há. ca.í.do. so.bre él/».
Antología poética 1: ‘Al nacimiento de Cristo nuestro señor’. ‘A los celos’. ‘A una dama habiéndola visto niña y después muy dama’. Luis de Góngora, Madrid, SGEL, 1983.
1312.2. Hiato.
En la pronunciación normal, la vocal final de una palabra se suele unir a la vocal inicial de la palabra siguiente. El hiato evita esta unión. No está marcado en lo escrito, por lo que su entonación separada deberá descubrirse por razones de medida, de ritmo, de acentuación y de pronunciación.
A).
«/Al.mé.nas. tié.ne. de. ó.ro/
/pa.ré.des. de. plá.ta. fí.na/
/en.tre. al.mé.na. y al.mé.na/
/es.tá u.na. pié.dra. za.fí.ra/
/tán.to. re.lúm.bra. de. nó.che/
/co.mo el. Sól. al. me.dio.dí.a/».
Romance. Anónimo.
1312.3. Sinalefa.
Es la unión de la vocal o de las vocales finales e iniciales de dos o tres palabras consecutivas, pronunciándolas dentro de una misma sílaba fónica. La sinalefa siempre se acomoda a las necesidades métricas y para saber qué vocales forman parte de ella hay que atender a razones de medida, ritmo, acentuación y pronunciación.
A).
«/cuan.do el. si.lén.cio. te.ní.a/
/tó.das. las. có.sas. del. sué.lo/
/y. co.ro.ná.da. del. yé.lo/
/rei.ná.ba. la. nó.che. frí.a/
/en. mé.dio. la. mo.nar.quí.a/
/de. ti.nié.bla. tán. crü. él/
/ca.í.do. se. le há un. cla.vél/
/hóy. a. la Au.ró.ra. del. sé.no/
/qué. glo.rió.so. que es.tá el. hé.no/
/por.que há. ca.í.do. so.bre él/».
AP 1: Antología poética 1: ‘Al nacimiento de Cristo nuestro señor’. ‘A los celos’. ‘A una dama habiéndola visto niña y después muy dama’. Luis de Góngora, Madrid, SGEL, 1983.
1312.4. Sinéresis.
Se produce la sinéresis cuando una serie de dos vocales abiertas, que se hallan dentro de una palabra, se pronuncia en la misma sílaba fónica. Normalmente deberían pronunciarse en sílabas diferentes.
A).
«/cuan.do a. me.dia.nó.che/sus. no.tas. a.rrán.que/
/y en. ar.pé.gios. áu.reos/gí.ma. Fi.lo.mé.la/
/y el. e.búr.neo. cís.ne/so.bre el. quié.to es.tán.que/
/co.mo. blán.ca. góndo.la/im.prí.ma. su es.té.la/
/la. mar.qué.sa a.lé.gre/lle.ga.rá al. bos.cá.je/
/bos.cá.je. que. cú.bre/la a.má.ble. glo.rié.ta/
/don.de hán. de es.tre.chár.la/los. brá.zos. de un. pá.je/
/que. sién.do. su. pá.je/se.rá. su. po.é.ta/».
Prosas profanas. Rubén Darío, Madrid, Espasa Calpe, 1972, séptima edición.
1312.5. Posición del acento final.
El acento de la palabra puede ir en la última sílaba y se llama acento agudo u oxítono. Por extensión, a esa palabra se la denomina aguda u oxítona: avestruz, Miramamolín, laúd, dos…
Cuando el acento va en la penúltima sílaba se le llama acento llano o paroxítono. Por extensión, a esa palabra la denominamos llana o paroxítona. En español, es la posición más frecuente del acento y tiene una gran importancia en la medida del verso, porque, para conseguir que todos los versos tengan la misma medida fónica, o sea, que todos resulten paroxítonos, a los versos que terminan con acento oxítono se les añade una sílaba más; y a los proparoxítonos se les resta una. Palabras paroxítonas son amable, extraordinario, escuderos, defiendan, enamorados, agonía…
La palabra que lleva el acento en la antepenúltima sílaba se llama esdrújula o proparoxítona, y su acento es esdrújulo o proparoxítono: cántaro, góndola, estábamos, asómbranos…
Hay otras pocas palabras que pueden llevar el acento en la sílaba anterior a la antepenúltima: apréndetelo, estudiándoselo… Son escasas y no tienen incidencia en el cómputo de las sílabas del verso. A estas palabras se las llama sobresdrújulas o superproparoxítonas. El acento será sobresdrújulo o superproparoxítono.
El acento final del verso debe ocupar una posición fija. En el octosílabo, el eje acentual está en la sílaba número siete. En el endecasílabo, el eje está en la sílaba diez. Esta es la razón por la que a los versos oxítonos se les suma una sílaba fónica más, como si su última sílaba durase lo que dos; y que a los versos proparoxítonos se les reste una sílaba, que a efectos fónicos siempre es la que sigue a la sílaba final acentuada.