Por Fernando Sánchez Resa.
En esta tarde‑noche, de este caluroso sábado de julio, voy buscando un remanso de paz, frescura y armonía en la población hermana, cuyo castillo es el centro neurálgico y cultural por el que pasamos muchos amantes de la historia, del arte y de la música todos los veranos. Su irrepetible postal turística, desde cualquier punto de su entorno, activa y alumbra las ganas del acendrado viajero o turista para acercarse a su vera, descubriendo sus tesoros escondidos, para nunca quedar defraudado…