Preposiciones

Por José María Berzosa Sánchez.

El valor funcional de las preposiciones

Le cortaron la cabeza en la guillotina y Se la cortaron con la guillotina, nos demuestra que la preposición también modifica el tipo de suplemento. Con la preposición en sería solidario. Con la preposición con, afín.

No siempre marca a un suplemento solidario la preposición en. Vemos que en Permanecí sentado en ella exactamente tres horas [ella = la silla] podemos preguntar ¿en qué permanecí sentado tres horas? Luego es un suplemento inherente y no solidario. Otras veces es afín, porque existe un suplemento inherente: Empezó a notar en el estómago la mordedura del hambre.

La dependencia verbal de las preposiciones

Cuando hemos tenido que separar una oración en sintagmas, como Dar de comer al hambriento hemos hecho: DAR, DE COMER, AL HAMBRIENTO. Las preposiciones DE y A inician “aparentemente” su sintagma. Rompemos el vínculo que existe entre el verbo y las preposiciones. Pero no podemos separar las preposiciones de sus respectivos verbos, sin desvirtuar el significado.

Lo mejor es que le mandes un recado con Felipe para que te fije hora. Si decimos Lo mejor es que le mandes un recado para que te fije hora con Felipe, el significado de la frase sería distinto, porque la preposición Con del verbo MANDES ha pasado a depender del verbo FIJE.

La separación sintagmática nos obliga a desprender la preposición de su verbo y a colocarla ante el adyacente a que se refiere: Lo mejor es que, con Felipe, le mandes un recado, o Lo mejor es que le mandes, con Felipe, un recado. Sin embargo, en posición inicial, dejaría de depender del verbo MANDES: Con Felipe, lo mejor es que le mandes un recado. La distinción sintagmática nos permite cierta movilidad de los núcleos dentro de la oración pero guardando determinadas posiciones.

La distinción paradigmática, en cambio, hace recobrar a la preposición su dependencia con el verbo. En Comenzaron a tocar a las tres, la primera A marca el fin del verbo. COMENZARON A: tocar, jugar, bailar, reír… Lo mejor es que le MANDES un recado CON: Felipe, María, Raquel, Juan…

Las preposiciones son nexos que forman parte indisoluble de un sintagma, bien al final de él, bien a su inicio. Hasta ahora, la preposición se ha considerado como marca de inicio, pero no de término de sintagma: AMO — A JUAN. En muchos verbos lo conveniente es segmentar AMO A — MARÍA. Esto se advierte especialmente cuando nos enfrentamos con los llamados circunstanciales. Un sintagma de este tipo se puede iniciar con preposición, Destapó el brasero con movimiento rápido, o sin ella, rápidamente. Cuando lo hace con preposición, como quiera que ésta inicia el sintagma y no depende del verbo, podemos prescindir sintácticamente del circunstancial: Destapó el brasero, aunque lógicamente se pierda significado. De ahí que los circunstanciales no se incluyan entre los adyacentes de verbos que rigen preposición, o verbos con suplemento.

berzosa43@gmail.com

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