Corazón solidario

Por Fernando Sánchez Resa.

Diariamente, podemos apreciar en nuestra sociedad occidental (y, por supuesto, en la española) cómo pululan el egoísmo a raudales y unas ansias de poder y dinero indisimulados. Y no creamos que es solamente en la clase política o empresarial…

En la gran jungla del asfalto, en la que nos encontramos, el individualismo exacerbado campa por sus fueros haciendo cierta la famosa frase: «El hombre es el peor enemigo del hombre…».

Por eso, cuando uno se topa con una persona diferente, en el que un cúmulo de valores (fraternidad, solidaridad, compasión, tolerancia…), además de su simpatía y donaire natural, son su principal seña de identidad personal, queda uno perplejo. No es para menos…

Eso es precisamente lo que me ha ocurrido a mí, cuando me he enterado de que Jesús Sánchez Poveda ha vuelto a publicar su segundo librito solidario, contándonos (sencilla y llanamente) su nuevo periplo por tierras africanas. Si hace año y medio marchó al Valle de Mangola (Tanzania) a colaborar con su trabajo de campo como óptico y a hacer sustanciosas aportaciones tanto en especie como en metálico, con la venta de su primer volumen, ahora nos sorprende, nuevamente, practicando la misma operación solidaria pero en tierras malgaches (Tsiroanomandidy). Su amplio corazón quedó prendado de la tierra que se encuentra al sur del estrecho de Gibraltar y, como un misionero más, marchó gustoso para aportar su grano de arena, haciendo el mismo trabajo, incondicional y gratuito; además de publicar y vender los 500 ejemplares ‑por un módico donativo‑ de su libro “Dieciocho meses después. Tsiroanomandidy, Madagascar”, para que los dos mil euros de ganancia se destinen a la Residencia de ancianos y a la Escuela de niños, con problemas de raquitismo y pies zambos, que los Padres Trinitarios tienen en esa localidad africana. Los cuatro apartados de que consta (Prólogo; 18 meses después…; El regreso…; y Epílogo), juntamente con un variado muestrario de fotografías, agradecimientos y momentos dignos de recordar,  sirven para configurar una visión integradora de lo que ha supuesto este proyecto solidario que, más a menudo de lo que creemos, se repite anónima y calladamente por misioneros y diversas ONGs para que este mundo global, en el que nos encontramos, comience a equilibrarse, aunque sea tímidamente…

 

¡Ojalá cundiese el ejemplo y, en lugar de guerras, ideologías enfrentadas e intereses creados, nuestro planeta azul tuviese muchos corazones solidarios como el de Jesús Sánchez Poveda…! ¡La vida sería otro cantar…!

Sevilla, 9 de abril de 2016.

fernandosanchezresa@hotmail.com

Deja una respuesta