Por Manuel Almagro Chinchilla.
Solana del Pino – Fuente del Almirez, 27 km.
Salimos de Solana el día 11 de julio a las cinco de la mañana. En realidad, esta etapa estaba previsto finalizarla en Ventillas, una pequeña aldea a la que también le llegó la despoblación rural, como tantas otras; ahora sólo está utilizada como residencia de verano. Llegamos a ella y nos instalamos en una casa vacía de planta baja, que previamente y por teléfono nos había asignado el párroco de Fuencaliente, Simón Felipe. Después llegó él, a la hora de la comida, con unas empanadas de manteca.
Tras la siesta, al ser bastante temprano, decidimos adelantar terreno y quitarle algunos kilómetros a la siguiente etapa, pues se aproximaba a los 40 kilómetros. Así acordamos ponernos en marcha para pasar la noche en la Fuente del Almirez, un bonito paraje a siete kilómetros de Ventillas, donde dicen los de por allí que tiene la mejor agua de toda España (la pasión por el terruño es digna de encomio). Era un lugar de descanso y recreo para excursionistas “domingueros”; toda la infraestructura existente era bancos y mesas para comer. Tomamos posesión y nos pusimos a cenar antes del oscurecer. Cada uno extendió la esterilla de dormir donde mejor pudo y supo, y ahí pasamos la noche. Los zorros y las ginetas hicieron su habitual ronda por los matorrales en busca de las sobras, y los mochuelos por entre las ramas de los pinos.