Tiempos revueltos

Por Fernando Sánchez Resa.

En estos tiempos (tan revueltos) en los que nos ha tocado vivir, donde la sinvergonzonería y el pillaje salpican variados estamentos y clases sociales españolas, aunque principalmente a la casta política, precisamente cuando creíamos que con la democracia teníamos el salvoconducto a la decencia y alcanzada la arcadia feliz de la política y la convivencia cotidiana pacífica…, me encuentro con dos sesudos estudios fotográficos, conformados en sendas obras de pensamiento, que vienen a alumbrarme el difícil camino del cotidiano vivir en nuestra comunidad nacional…

Ambos, por obra y gracia de dos ubetenses aventajados que han querido mostrarnos, con su peculiar y aguda inteligencia, una certera radiografía de nuestros últimos años de vacas gordas, cuando las flacas ya se presentían, cual si fuesen (ambos autores) el José que anunció al faraón las bíblicas plagas de Egipto, previniendo al pueblo español de lo que iba a llegar, o estaba anunciándose ya…

Uno, es Pedro M. Hurtado Valero, doctor en Filosofía y Letras y profesor titular de la Universidad de Málaga, que en su irónico ensayo Las crisis de Babia (publicado en 2010; aunque él hubiese querido que fuese bastante antes, pues lo tenía elaborado anteriormente), nos descubre la falsedad de las fidelidades partidistas y del pensamiento fácil en nuestra España, bien entrada la crisis económica.

En Las crisis de Babia muestra la clase de hombre que ha creado el mercado, donde los sentimientos morales europeos y occidentales han provocado la latente penuria espiritual en la que nos encontramos. Quitándonos la venda de los ojos para pensar que es el político o financiero mentiroso de turno el provocador de la crisis económica (y de valores) que padecemos y arrastramos, sabiendo que la crisis es más profunda y de mayor calado, pues «de aquellos polvos vienen estos lodos» que nos están congelando la sangre y el alma personal y grupal nacional.

En la introducción, su autor nos confirma que va dirigido a momentos de vagancia y a quien tenga tiempo de saber si no estaremos en Babia, mientras quiere hablar de todo lo que se discute en una tertulia, principalmente de economía, como Dios que mueve todo progreso…; y pretende que se lea y comprenda, mediante un diálogo y escenificación irónica entre personajes. A través de diez capítulos, prefacio y epílogo, muestra, como si fueran diez momentos o mandamientos, la pérdida de la fe en la clase de hombre, creado por el mercado como aporte principal que entra en crisis y que va recorriendo todos sus peldaños, que nos hacen caer y darnos cuenta de que nos precipitamos en el abismo del vivir cotidiano…

El segundo libro, Todo lo que era sólido, de Antonio Muñoz Molina, nuestro Príncipe de las Letras 2013, flamante premonitor y testigo de lo que ya se avecinaba en la España del pelotazo, del enriquecimiento rápido y la burbuja del ladrillo… desde su estancia y mirador, a caballo entre EE. UU. y Europa. Con su característica y atrayente prosa, va dibujando los aciertos y errores que todos tuvimos en nuestro país, empezando por los políticos de más alto y medio poder, hasta llegar al ciudadano de a pie que se dejaba adular por el boyante momento político y económico que estábamos viviendo… En este ensayo, hace una cruda disección de nuestra realidad nacional y del mundo de las autonomías, donde cada cual pugnaba (y sigue pugnando) por llevarse la mejor tajada, recordando (a su vez) de dónde veníamos: de la dictadura franquista…

Y, para terminarlo de rematar, el descubrimiento actual y reciente de políticos corruptos y de otros sectores ciudadanos que han proliferado como hongos en los sótanos y alcantarillas del poder, y que ahora han salido (y siguen saliendo) a la luz, para desespero de la sencilla ciudadanía que ve lo lenta que funciona la maquinaria de la justicia para poner coto y dar rápido ejemplo de la buena praxis ética que ha de imperar en una auténtica y verdadera democracia, que practica «el que la hace la paga», para fértil ejemplo de toda la ciudadanía y clases sociales… Pero si el «todo vale» ha calado en ciertas capas sociales y políticas de nuestro territorio nacional, cómo erradicarlo sino instituyendo buenas y castas prácticas políticas, económicas, sociales y de todo tipo…, predicando siempre con el ejemplo (como la mujer del César: que ha de ser buena y parecerlo…), puesto que la gente ya está harta del «y tú más», sin que verdaderamente llegue esa regeneración moral y ética que todo el pueblo está esperando, como maná llegado del cielo…

Mas, ¿habrá de pasar demasiado tiempo (como la llegada a la Tierra Prometida del pueblo judío, tras vagar cuarenta años por el desierto) hasta que nuevos e incorruptibles líderes, y un pueblo limpio y sano, instauren un nuevo amanecer en España, practicando los valores humanos más elementales en santa transparencia…? Apartando, claro está, a los salvapatrias de turno de cualquier lado del espectro político

Úbeda, 31 de diciembre de 2014.

 

fsresa@gmail.com

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