Por Pedro Pablo Vico Robles.
¡Caminante en el otoño!,
con hojas doradas, secas…;
el camino se nos pierde
entre grisácea niebla…
¡Caminos de Úbeda baja,
que entráis en el olivar…!
¡Quién pudiera allí andar
con el olor a jámila,
cuando subes por los Cerros
camino de Santa María…!
¡La niebla en el olivar,
y Úbeda, siempre altiva!