Esto era una vez…
Una encantadora niña que disfrutaba muchísimo leyendo e imaginando, todo el día…; aunque también le gustaban otras muchas cosas: jugar con su perro, divertirse con su hermano, estar con su familia, viajar…; por eso su imaginación volaba de historia en historia, cual mariposa de flor en flor…
Aspiraba el polen lector creando un mundo de sueños y fantasía que le hacía muy feliz… Sabía leer y escribir, tan bien, como cualquier persona mayor; aunque a veces le entrara cierta vagancia y se tirara, toda una tarde, sin hacer nada; con gran desespero de su madre, por cierto…
Por eso, conforme iba creciendo, fue forjándose un mundo ideal al que siempre aspiraba, a pesar de que la cruda realidad le truncase muchos de sus proyectos… Pero nunca se dejó vencer e, impertérrita, siguió siempre adelante por esa soñada senda; hasta que, pasados los mejores años, se convirtió en una guapa mujer, consiguiendo conformar su especial mundo personal, hecho de cachitos de sueños (a veces, imposibles); pero que le proporcionaron una inmensa felicidad…