Dos cuentos iniciales

La niña más voluntariosa del mundo

Esto era una vez…

Una hermosa niña que siempre andaba con la mano levantada en clase, pues siempre quería intervenir: leyendo sus respuestas, para borrar la pizarra, hacer algún recado…; en definitiva, para mostrarse tal cual era (la niña más voluntariosa del mundo).

Su madre la tenía bien aleccionada, para que estuviese atenta en clase y aprendiese mucho, pues las notas que sacase en los controles así lo demostrarían…

Fue esforzándose cada año más, rodeada de su cohorte de incondicionales amigas, cuyos tiernos y primeros amores siempre guardaban todas en secreto (aunque pensaba que le iba a faltar tiempo para ello…; mas, cuando fue mayor, se dio cuenta de su error); hasta que llegó a coronar sus estudios de bachillerato que le plantearon el dilema de qué carrera coger…

Se decantó por magisterio, pues tenía buenas dotes docentes e inmejorables cualidades de madre amorosa, que bien agradecieron sus riadas de alumnos… ¡Todos estaban deseando que fuese ella su próxima y sempiterna tutora…!

Sus hijos también tuvieron la suerte de sentir su sombra protectora…

 

El niño que amaba la cultura y la paz

Esto era una vez…

Un niño muy inteligente y súper imaginativo… Desde muy pequeño se mostró cual niño sensible que amaba todo lo que le rodeaba: personas, libros, juguetes, naturaleza, compañía…

En cuanto aprendió a leer, le faltaba tiempo para beberse los libros (especialmente los de ¿Dónde está Wally?); y eso que su vista, desde siempre, precisaba mucho cuidado…

Sabía leer mejor que una persona mayor, dándole la correcta entonación a todo e incluso musicalizando –improvisadamente‑ cualquier texto literario o poema… También tenía una alta sensibilidad artística, especialmente para la música, por lo que inició sus estudios de violín llegando a ser, ya bastante joven, un excelente intérprete…

Era un chico al que no le gustaban los juegos violentos, pues prefería la palabra y la caricia al improperio y al golpe, para solucionar todos los problemas de la vida…

Como tenía tan buena cabeza y memoria, con el tiempo se le fue amueblando tan estupendamente, que de mayor llegó a ser un destacado artista que lo mismo escribía, componía música…; aunque nunca se olvidaba de poner paz y armonía allí donde se encontrara…

fsresa@gmail.com

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