Los alamillos del tren

Gris y oro,
el sol cansado,
los alamillos del tren
me deleitan con agrado.

Los alamillos risueños,
cuando el otoño ya marcha,
saetas doradas son,
belleza descompasada.

En la tarde fría y tibia,
con el blanco sol lejano,
hilera de bello oro,
¡los alamillos dorados!

Áureas hojas al aire,
por suave brisa movidas,
pinceladas de amarillo,
¡paleta de purpurina!

Alamillos de arboleda,
de gris y oro pintados,
sois molinillos de luz,
para mis ojos… cegado.

 

pedrovico24@hotmail.com

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