Patología
Signos generales de enfermedad
Cuando un ave presenta algún tipo de patología, se pueden observar algunos signos característicos que nos pueden ayudar a detectar la existencia de algún problema sanitario.
Entre los signos más comunes, podemos observar que las aves en primer lugar, no consumen las cantidades habituales de pienso y agua; en el caso del agua, el consumo puede ser inferior al normal o superior al normal.
Entre otros signos de enfermedad, observaremos que un ave enferma está casi inmóvil, permaneciendo apartada de sus compañeras, arrinconada, con el plumaje erizado y con el cuello recogido, los ojos muchas veces cerrados y en estado de somnolencia.
Muchos son los signos de trastornos respiratorios, como secreciones oculares, conjuntivitis, secreciones nasales, dificultad y ruidos respiratorios.
Entre las manifestaciones de procesos entéricos, se pueden apreciar heces líquidas, fétidas y con colores anormales; asimismo, las plumas de alrededor de la cloaca se encuentran manchadas con restos de defecaciones o incluso sangre.
Otro grupo de manifestaciones que pueden ayudar a identificar un problema de salud en la granja son las cutáneas en la cresta o piel de la cabeza; debido a que el cuerpo de las aves está cubierto de plumas, y en estas zonas, en muchas especies ‑incluida la pintada‑, faltan, podemos observar decoloraciones o colores anormales que desvelan enfermedad.
Principales agentes productores de enfermedades en aves
Las aves de una explotación están expuestas a diversos agentes biológicos y no biológicos que son causantes de enfermedad. El control de estos factores será fundamental a la hora de optimizar la rentabilidad de la explotación, ya que, si el proceso patológico se extiende por la granja, aumentarán considerablemente los costes de producción, e incluso pueden llegar a comprometer la viabilidad de la misma y poner en riesgo la salud de los consumidores.
Entre las causas de enfermedad en las aves de producción, podemos distinguir las externas y las internas.
Las causas externas o adquiridas, pueden dividirse en causadas por agentes etiológicos biológicos, como bacterias, virus, hongos, parásitos y micoplasmas, como más destacados, y causadas por deficiencias en el manejo y nutrición.
Los problemas de manejo, en la cría y recría, se limitan casi exclusivamente a las primeras seis semanas de vida, siendo este el periodo más crítico en la producción. Pasado este momento, normalmente, si las pautas aplicadas son las correctas, y con un mínimo de sentido común, no suelen presentarse problemas graves, debido a la tremenda rusticidad y capacidad de adaptación de esta ave a nuestro agroecosistema.
En el caso de las hembras alojadas en baterías, se debe poner atención en la alimentación, el agua de bebida y las medicaciones, teniendo en cuenta que de su correcta administración se van a derivar unos buenos rendimientos en las aves así confinadas, y si se realizan de manera incorrecta o deficiente, provocarán graves problemas para la explotación, y además no afectarán a un solo animal, sino a la totalidad de sus vecinos de batería, ya que comparten las mismas instalaciones y las mismas pautas de manejo. Por ello, se deberá ser muy cuidadoso con los aspectos anteriormente reseñados y con las condiciones ambientales del parque de reproductores (humedad y temperatura); con el personal que tenga acceso a dichas instalaciones, con las medidas preventivas, etc. Es importante recordar que esta zona (sala de reproductores) es el corazón de la explotación, y que de su buen funcionamiento depende el éxito del resto del proceso productivo de una granja de pintadas.
En la tabla n.º 5 se resumen algunos de los síntomas que pueden alertarnos de un mal manejo o carencias alimenticias en las aves de una granja.
Tabla n.º 5. Síntomas frecuentes que pueden presentar las pintadas, indicativos de un mal manejo o de carencias alimenticias, según el profesor Hellmut Woernle.
Las causas internas de enfermedades derivan de taras genéticas que se pueden dar en determinados animales. Este tipo de problemas está bastante controlado en explotaciones industriales avícolas comunes, y no suelen producir trastornos graves; pero en nuestro ámbito, al no estar tan desarrollada la producción industrial de la pintada, es importante controlar la descendencia, a fin de evitar posibles alteraciones que hagan a las aves no aptas para la producción. En el caso de la pintada, los problemas de origen congénito no suelen ser frecuentes si la selección de los reproductores se realiza con la precaución de eliminar aquellas aves que tengan capacidad de transmitir a su descendencia este tipo de anomalías.