28-08-2012.
Días vacíos como versos escritos
en la murria de la noche, a lápiz
y en basto papel de estraza destinado
a la basura diaria como cáscara reseca
de naranja o huesos lívidos, mondos
como restos de pájaro o de pluma.
Días monótonos como versos escritos
bajo la palidez entumecida de la lámpara;
días vanos, repetidos, releídos
y olvidados como versos escritos
en viejo papel de mercado de abastos
con olor a pescado rancio y fruta ajada.
Días deshabitados y desoídos,
sin posible recuperación ni condolencia.