Dentro del ciclo de conferencias que la Asociación Plaza Vieja (en defensa de Úbeda como Patrimonio de la Humanidad) tiene programadas, tuve el gusto de asistir a la del día 31 de marzo, sábado, en la Sala Julio Corzo del Hospital de Santiago, a las 8 de la tarde. Hubo abundante público, a pesar de tener un gran competidor en el Auditorio, adonde media hora más tarde estaba citada la ciudadanía ubetense para el Pregón de Semana Santa…
Primeramente, Alberto Sanfrutos, presidente de la asociación, hizo la presentación del conferenciante Pedro Andrés Porras Arboledas, profesor de la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Dio las gracias a los asistentes y explicó la pretensión de estas conferencias: tener más fundamento sobre nuestro patrimonio… Animó a pertenecer a Plaza Vieja y a asistir a sus actividades programadas, pues siempre es deseable… Informó que al día siguiente, domingo, a las once y media, se haría una visita pedestre por Úbeda, a cargo del historiador y estudioso de las calles de Úbeda, Juan Ramón Martínez Elvira, desde la Plaza Vieja o de Andalucía, ilustrativa de la conferencia que se iba a impartir…
A continuación, tomó la palabra el ponente para dar las gracias a Plaza Vieja, siendo modesto en su presentación. Resumo a continuación lo más destacado e interesante de su intervención.
Como introducción y motivación, el profesor Porras Arboledas aclaró que las Órdenes del Temple no tenían nada de esotérico ni oculto; todo es falso, pues todas acabaron de una forma vil: por el rey de Francia…; y que en España es difícil averiguar su verdadera historia, pues su documentación se destruye alevosamente… Incluso hay algún investigador que está amenazado de muerte por rebuscar sobre el pasado de determinadas familias… Por estas y otras razones, es complicado reconstruir la historia del Temple. Incluso hay falsas verdades históricas que la gente transmite de boca en boca y que son bulos casi imposibles de erradicar: como que existió en España el derecho de pernada o que Beatriz Galindo, la Latina, fuese maestra de latín de Isabel la Católica, etc.
Matizó que tenía sesenta minutos para explicar La Orden Militar de Santiago en la provincia de Jaén. Para ello, presentó, en la pantalla que estaba a su espalda, un mapa hecho por él mismo, como material gráfico de apoyo… A lo largo de la conferencia, fue explicándolo todo mediante los apuntes que traía preparados y que ampliaba en pantalla.
Comentó que para venir desde Castilla a Andalucía se tenía que atravesar el territorio de las órdenes militares (es decir, se había de estar a bien con los Maestres de cada Orden de Castilla, siglo XV) y que los reyes se aplicaban los maestrazgos para que recibiesen dinero, poniéndose de parte del Papa; y que todo esto perdura hasta hoy en día…
La Orden de Santiago también estuvo radicada en Portugal, cuya cabecera estaba en Palmera (Setúbal). Hubo dos órdenes: la de Cristo y la de Santiago. Así, el maestro castellano era de la sección castellana y aragonesa, mientras que la portuguesa era independiente.
La estructura institucional de la Orden de Santiago (orden religioso-militar) era la siguiente: el Papa, como jefe religioso; el Rey de Castilla; y el Maestre de la Orden, que era su jefe temporal.
La Administración de la Casa del Maestre abarcaba territorios dependientes de la Mesa Maestral y territorios cedidos a los comendadores.
El Consejo de la Orden/Tribunal de la Casa del Maestre estaba constituido por Comendadores Mayores de Castilla y León, Visitadores, Treces, Capítulo General de la Orden, Alcaldes Mayores Provinciales/Gobernadores de Partido, Comendadores y encomiendas, y Comendadores con títulos de Alcaides y Alcaidías. Mientras que la estructura interna de la orden estaba compuesta por:
1) Seglares que podían casarse y tenían que hacer tres votos: pobreza, obediencia y castidad conyugal (no podían tener relaciones sexuales nada más que con su esposa…); Caballeros (hábito y profesión); Comendadores y Sergentes.
2) Eclesiásticos: Freiles (clérigos), Priores (Uclés, en Castilla; San Marcos de León, en León), Conventos principales (Uclés y San Marcos, cabeceras), Conventos femeninos (Toledo, Salamanca, Granada, Sevilla, Mérida, etc.) y Vicarías en Castilla (Montiel, Beas, Segura, Yeste, Caravaca y Aledo, salvo el priorato de Uclés).
El hábito de ambos (seglares y clérigos) era una lagartija (Cruz de Santiago) que se podía poner sobre la capa, jubón e imprimirse en tarjetas, vajilla de casa, etc.
Todo esto lo fue explicando, señalando con el puntero luminoso de láser sobre el mapa expuesto en pantalla, al que volvía una y otra vez para matizar…
Se le ocurrió hablar de una anécdota curiosa: el mal de bubas (sífilis) abundaba por aquel entonces, porque no se guardaba la castidad conyugal prometida por los caballeros casados que no eran clérigos… Por lo que se produjeron esporádicas risas entre el público…
Por entonces había dos universidades: la de Alcalá de Henares y la de Salamanca para estudiar Teología principalmente; y la estructura territorial de la orden fue: Génesis populares; Desarrollo moderno; Partido de Castilla la Vieja (Galicia, León); Provincia de León (realmente hoy en día es Extremadura) y Provincia de Castilla.
Habló de las Encomiendas en la actual provincia de Jaén (en realidad, recalcó ser un anacronismo, porque no se puede decir que Jaén tenía, por ejemplo, a Beas de Segura en su territorio o provincia actual, etc., puesto que es en el siglo XIX cuando se hacen las divisiones provinciales…). Fueron las siguientes: Beas de Segura, Bedmar y Albanchez (adonde estaba Úbeda); Chiclana de Segura (Santiago de Montizón en la provincia de Ciudad Real); Segura de la Sierra y La Villa de Benatae.
Detalló los principales comendadores y/o encomiendas santiaguistas en Jaén: Encomienda de Beas de Segura; Encomienda de Bedmar y Albanchez, cuyos jefes fueron Juan de la Cueva y Alfonso de la Cueva y Benavides; Encomienda de Santiago de Montizón; Encomienda de Segura de la Sierra, hablándonos de Rodrigo de Manrique, padre de Jorge Manrique y destinatario de las Coplas…
Según el ponente, fue un impresentable y él ha tenido el valor de decirlo en lugares adonde por poco le pegan… Refiere diferentes asesinatos ‑alevosísimos‑; por ejemplo, en 1521, cuando los Carvajales atacan al pobre Luis de la Cueva: lo matan a lanzazos en su lecho de parihuelas a pesar de que venía enfermo (todo ello basado en las investigaciones que ha hecho el ponente; leyéndonos en castellano antiguo una declaración de su esposa, pues lo asesinaron en campo abierto…). A estos sujetos solían castigarlos estando un año de penitencia en Uclés (¡era una manera de irse de rositas…!). Esta música me sonó bastante conocida, comparando lo que actualmente hacen los políticos corruptos cuando roban y son perdonados o exonerados por los que vienen después…
Comentó que había leído varios procesos: son larguísimos y unas veces ganan unos, otras triunfan otros, tanto en Úbeda como en Baeza. (Los de las Cuevas iban con los de Mendoza, mientras los Carvajales intentaron acuchillarlos…).
Refirió muchas anécdotas, de entre las que destaco: las recriminaciones que recibían, porque usaban la lagartija -sin tener derecho a ello-; y por eso, si era caballero, lo mandaban a rezar o le decían que no se la pusiese; mas, si no era caballero el que la usaba, lo enviaban a presidio cuatro años -nada menos-, al norte de África…
Mostró -en pantalla- una escritura (1328, junio 20, Real sobre Escalona) aclarando que los donadíos eran repartimientos de tierras en Úbeda.
Hizo hincapié en la Familia de los Orozco (y en las de otros: Trapera, Molina, De la Cueva…). Los Orozco fueron caballeros santiaguistas y uno de ellos -que era muy importante- murió en Úbeda… Lanzó su particular hipótesis: que no pudo construir el colosal palacio que hay frente al Parador de Turismo por tener un gran problema económico al haber matado a alguien, y pedirle la autoridad competente un rescate en metálico muy elevado…
Comentó los singulares avatares de Rodrigo Manrique (padre de Jorge Manrique) que conseguía tierras del rey por luchar contra los moros y luego las volvía a revender a ellos mismos, lo que suponía ser un caradura moral impresionante… También protagonizó asesinatos, robos, etc. Por eso afirmó Porras Arboledas que las Coplas por la muerte de su padre son buenas literariamente hablando, pero falsas en lo histórico…
Dijo que Úbeda era ciudad de realengo y que se autogobernaba por indicación del rey (mediante su encargado). Y que había cuatro más en nuestra provincia: Andújar, Baeza, Jaén y Cazorla.
Luego se entró en el capítulo de preguntas y aclaraciones.