27-02-2012.
Acabo de llegar de Madrid y me he encontrado con una llamada de Pablo Utrera, en la que me comunica que, inesperadamente, Pedro María Ramos López (Promoción 1965) había muerto anteayer y que ayer, domingo 26 de febrero de 2012, fue enterrado. Acabo de llamar a Felisa, su mujer, a las cinco de la tarde de hoy lunes, y su hermana me ha dicho que estaba en la misa mortuoria, porque ayer domingo no pudo celebrarse.
He entrado en internet y me he encontrado con este mensaje del hijo de Pablo Utrera:
Ayer domingo, día 26, sobre las 10 de la mañana, me dijo mi hijo Jorge:
—Papá, te ha llegado un mensaje al móvil.
Yo no le hice mucho caso, pero él me siguió insistiendo, incluso más de lo normal. Era un terrible presagio: se trataba de un mensaje de Ana Peinado, Presidenta del Club Antorcha, que me daba la impensable noticia del fallecimiento de nuestro entrenador, amigo y colaborador de esta casa, don Pedro Ramos. No podía creer lo que mis ojos estaban viendo: ¡que Pedro había fallecido, cuando 48 horas antes había estado en nuestra redacción, para dejarnos un encargo…!
Un aneurisma de aorta había acabado con su vida; una vida, en la que había dado lecciones magistrales a sus alumnos, consejos a sus amigos y sabiduría a sus deportistas. Pedro es una pérdida irreparable. Pedro era de esas personas que se caracterizaba por su temple, por su saber estar y por su bonhomía; eso sí que se lo lleva a gala y ese será el recuerdo imborrable que nos dejará a los que formamos esta redacción de Plaza Vieja, para siempre.
En una ciudad tan peculiar como Andújar, el perder a un maestro así es una pérdida que nadie podrá reparar, ya que seres humanos como él, en esta ciudad se pueden contar con los dedos de una mano -y me sobra algún dedo…-. Nunca nadie me habló mal de él. Muy al contrario, el que Pedro estuviera enfrascado en algún proyecto era sinónimo de éxito: en el baloncesto, en el atletismo, en Andusport, en los programas de deportes de Canal 45… Todo lo que tocaba, como si de una varita mágica se tratara, era sinónimo de éxito.
Prueba de ello fue el éxito de Andusport. Es más: el día del cierre de la exposición, le dije a mi esposa -que estaba a mi lado-:
—Ya sé quién me va a presentar el Tomo 4 de Andújar en el recuerdo, dedicado a deportes, en el mes de octubre próximo.
Sería Pedro Ramos. ¿Qué mejor persona que él para hablarnos del deporte andujareño?
Ya no lo podrá hacer; pero de lo que sí estoy seguro es de que, en algún rincón de Santa Marina, él estará allí ese día de otoño para ayudarme en la presentación del libro.
—Pedro, que sepas que fuiste un amigo, un maestro y un gran entrenador para la juventud: un ejemplo para todos. Que descanses en paz: te lo mereces.
Diego R. Utrera
He mandado este mensaje de Diego a los asociados, por correo electrónico. Y lo acabo de publicar en nuestra página web, porque Pedro era (y seguirá siendo) un asociado nuestro. Me ha conmovido esta inesperada noticia. Que Felisa se recupere y que Pedro descanse en paz para siempre. Abrazos.
(Otra foto suya de joven).