El pasado viernes, día 17 de febrero, el colegio “La Explanada” o Sebastián de Córdoba ‑que tanto monta…‑ tuvo a bien celebrar una soleada jornada carnavalera, empezando por la mañana, al venir vestidos todos los alumnos de primaria que lo desearon con el disfraz preferido, mientras que todo el alumnado de infantil lo hacía de trogloditas, incluidas las lindas profesoras de infantil. Los familiares más cercanos también fueron invitados de honor de esta fiesta que viene celebrándose durante hace ya bastante años y que pretende ser una seña de identidad, entre otras, de este antiguo y querido colegio de nuestra Úbeda, Patrimonio de la Humanidad.
Así, cuando llegó el término del cotidiano recreo, todos los cursos tomaron asiento en el duro cemento del patio para asistir a un divertido espectáculo, carnavalero al fin, adonde la maestra de música, doña Aurora Jódar, como buena animadora cultural del centro, supo entretener a todo el alumnado más de hora y media, interpretando diversas canciones de carnaval o de otro tipo, ayudada por don Antonio Santos que siempre es el gurú musical imprescindible para que la técnica no falle…
Todo comenzó con la gran comparsa “Los cavernícolas”, formada por alumnado y profesorado de infantil que, durante cierto tiempo, habían estado trabajando una unidad didáctica sobre la Prehistoria. Una vez instalados en el escenario, recitaron, a coro, una poesía alusiva a su disfraz, cantando después dos canciones: “Somos trogloditas” y “El hombre de Cromañón”. Destacaré uno de sus estribillos: Pintamos bisontes en los desconchones… Todo ello fue preparado por el profesorado de Educación Infantil.
Después, todo el alumnado del colegio entonó una serie de canciones, de estrofas y estribillos fáciles, que invitaron a realizar acciones con el cuerpo: “El carnaval en el cole”, “Bugui, bugui”, “A la virulé”, “Danza de los siete pasos”, “El carnavalito” y “Dame una mano”. Luego, los ritmos actuales y discotequeros llegaron al escenario de la mano de dos grupos de sexto… Por último, hubo baile libre por el patio con el tren humano, constituido por tantos vagones cuantos cursos el cole tiene, entonándose el archiconocido “Chocolatero” con el fin de amenizar el ambiente, cual si se tratase de una antigua y festiva celebración en cualquier pueblo de España.
El sol implacable no quiso perderse el espectáculo, al igual que la multitud de familiares de los escolares que, cámara en ristre, incluso desbordando el espacio que tenían reservado, se mezcló con el alumnado y profesorado del centro…
Al final, todo el alumnado se sintió satisfecho, pues con su alegría y candor todos supieron imprimir a esta fiesta pagana ese cariz juguetón, tierno y festivalero, cada año novedoso al fin, preparándose para la cabalgata del día siguiente, como si de un querido examen se tratase…
Úbeda, 17 de febrero de 2012.