17-02-2012.
PAUSA
QUÉ SOLEMNE ES LA TARDE EN SU HUMILDAD,
qué lenta en cercanía de balcones
con visillos de espuma de castañas;
qué pálida de azul y sin codicia,
la misma lentitud de mi escritura
sobre el papel mojado, y la osadía
del juego de palabras nuevas: nada
como las tardes de noviembre
cuando el azul se va descomponiendo
en malvas y azafranes
y un cortejo de pájaros oscuros
desfila ante las líneas enemigas
de la noche y, al final, se disuelve
como el humo vencido.
juralopez42@msn.com