02-11-2010.
UN MUCHO PARA TENDER PUENTES DE FUTURO Y UNA PIZCA DE NOSTALGIA
Minutos antes de las 10 a. m., José M.ª Berzosa, motor eficiente y guía de nuestra Asociación, nos sorprendía y saludaba en la explanada con el pin o insignia de AAMSU. Bien empezaba el encuentro anual de Antiguos Alumnos.
En la Asamblea, entre otros asuntos, Antonio Lara, el internacional hispano‑suizo, leía y nos transmitía la emotiva comunicación de Enrique Hinojosa desde Alcalá la Real. Le deseamos los presentes, con un cálido aplauso, la exitosa recuperación de su salud.
Impacto me causaron durante la fraternal comida con esposas y compañeros, dos casos. Uno dulce, como las gachas con tostones en el señorial hotel Las Manillas de Sabiote. Fue el saludo y la identificación de un compañero de promoción 1965: José Martínez López (de Orcera), que recitó de memoria «Guadalquivir, río moro con los perfumes de Arabia…», del ya fallecido Rafael Blanco Peñalver. Y el otro, como un puñetazo fuerte al alma, la contemplación de una foto hecha por el omnipresente Stephan de Vos a un antiguo compañero de los años 60. La figura de un esbelto lanzador de jabalina, perfil al infinito, casi un atleta olímpico juvenil, con musculatura definida, torso al aire y sólo un pantalón de deporte de la época, desafiaba a la gravedad, recortado sobre fondo azul y enmarcado por la mítica torre de la iglesia. Era Francisco Maldonado Prenafeta, que participará eternamente en los Juegos Olímpicos de la Juventud imperecedera.
Fue el 23 de octubre del 2010. Encuentro y reencuentro con asociados y compañeros de camino y desde hoy juntos para reflotar la participación de sus más de cien componentes dispersos por esos mundos. En ese sentido fue la ilusionante propuesta de Francisco González Chamorro de celebrar la Asamblea de 2012 en Cádiz, haciéndola coincidir con los actos de la celebración del bicentenario de “La Pepa”. Se estudiará, se verá si…; pero el entusiasmo de Paco nos transmitió confianza en nuevos proyectos y nos contagió su optimismo en continuar los objetivos de la Asociación. Y, cumpliendo con uno de ellos, al fin se han concedido los premios a la investigación educativa, aunque el primero quedó vacante con la exigencia para el futuro de más calidad en la innovación y otros aspectos.
Y continuó el guión del día. Pepe Aranda, experto en redes, sofista de pro y documentado guía de su patria chica, nos mostró capítulos de la Historia y gastronomía de la medieval y renacentista Sabiote. Su pueblo, y el mío en la adolescencia y parte de la juventud. Nos recreó con un paseo poscomida por el barrio restaurado del Albaicín, con sorpresa incluida del nombre dado a una calle: Blas Velasco. ¡Sic! Por el recinto amurallado y el castillo en reforma, como barco varado entre olivares. Debo reconocer que nunca había visitado semejantes sitios. En aquellos lejanos años, eran ruinas sin valor. Hoy, esos rincones pintorescos e históricos están recobrando nueva vida. En grupos, tras el solícito y atento Pepe, fotografiamos murallas, almenas y torreones, arcos y remozadas casonas, llenando las horas de una tarde de otoño suave, desde miradores que alargaban la visión de la comarca del Condado y las más lejanas estribaciones de la Sierra de las Cuatro Villas.
Fotografiados repetidamente por el animoso y sonriente Stephan, compartimos ideas y vivencias con los venidos de “fuera”: Ferrer y Paco Fernández, tocados con turcas gorras marineras, desde la brisa almeriense; José L. Molino, desde la cercana Granada, hablando de su afición al tenis; Juan Cabrerizo, mi sempiterno capitán deportivo, desde la real Aranjuez; Manuel Ballesta, el fino y elegante jugador de baloncesto (aunque yo chupaba un poco y anotaba más canastas), vuelve año tras año desde Dos Hermanas (Sevilla), con su hijo de mascota; Villacañas, desde Alicante, aunque natural de Úbeda; y el recién incorporado Pepe Martínez, empresario de éxito y residente en Elda que, junto a los comprovincianos jiennenses, el decano Antonio Madrid, los ubetenses Fernando de la Paz de sonora carcajada complementada con la efusividad de Paco Herrera; los hermanos Valcárcel (Mariano, autor de una guía ubetense) y la incansable e imprescindible Mari Carmen Ruiz; Fernando Sánchez Resa, intimista y culto conversador que nos presentó la edición de cuentos para chicos y mayores coescritos con su mujer Margarita de la Torre.
Ausentes que se justificaron de los ciento y pico asociados actuales, estamos citados para usar y participar en la página web con frecuencia, dar propuestas de renovadas y factibles ideas que fructifiquen en una red cada día más tupida de amistad, difusión del conocimiento y progreso.
He dicho, desde Andújar.