30-09-2010.
Tal es el estado de democratización en nuestra patria, que se ha llegado al máximo del mismo: la real posibilidad de que todos, sí, todos y cada uno de nosotros lleguemos al poder. Podremos llegar a ser ministros y hasta presidentes del gobierno. Sí, podemos.
Al revés que en la Iglesia Católica, en donde se nos dice que nada impide que cualquier fiel pudiera ser nombrado Papa y sabemos que ello es del todo si no imposible sobre la letra sí que sobre le realidad corriente, acá en lo político y en nuestra nación ya vamos haciendo más que posible, real y palpable lo de que cualquier ciudadano pueda llegar hasta los escalones más altos. Históricamente (y en todo el mundo) se dieron demasiados ejemplos de ello. ¿Habría que recordarlos?