17-05-2010.
Seguía solo, digiriendo a solas su duro secreto. Y decidido estaba a recorrer sin cirineos su vía crucis. Días y días programados con pruebas humillantes, sucias, dolorosas… Médicos y enfermeras le preguntaban a veces.
—¿Viene usted solo? ¿No tiene usted a nadie que le acompañe y recoja sus resultados…?