¿Te vienes a Guadalupe?

17-11-2009.
Sí, a Guadalupe; a Guadalupe del Gavellar, donde se encuentra el santuario de nuestra patrona, la Virgen de Guadalupe.
La propuesta es ir a pie; o mejor dicho y empleando un lenguaje más castizo, se trata de ir en el «coche de San Fernando: un ratito a pie y otro andando».

¿Cuándo ir? Todos los segundos y cuartos domingos de cada mes, días estos en los que se celebra misa en el santuario.
¿Motivación para ir? Posiblemente habrá mil y una razones distintas para ir a Guadalupe andando. Habrá a quienes les mueva su fe religiosa y, muy en especial, la devoción a la Virgen de Guadalupe. Muchos querrán poner a prueba, o fomentar, una buena preparación física. No faltarán quienes se sientan cautivados por pasar una mañana en contacto con la Naturaleza. Quizás alguien le dé un tinte un poco aventurero y decida vivir una experiencia hasta ahora desconocida. Otros verán en la caminata un buen instrumento para plantarle cara al colesterol, o una buena terapia para dejar de fumar, aunque en este último caso me voy a permitir la licencia de aconsejarles que además de la caminata se encomienden a la Virgen de Guadalupe, porque para dejar la nicotina toda ayuda es poca.
¿Hora y lugar de salida? A las diez de la mañana en la Torrenueva, donde se ubicaba el famoso “Guarda de la Porra”. En el lugar existe una buena buñolería para el que quiera hacer acopio de energía para el camino, con unos buenos buñuelos con chocolate.
El itinerario es de sobra conocido: Torrenueva, Cuatro Caminos, Arroyo de la Dehesa, Santa Olaya y Guadalupe, donde se llega algo antes de las doce y media de la mañana, para quienes quieran asistir a la misa que se inicia a esa hora. Ocho kilómetros de ida y otros tantos de vuelta, todos a pie. La llegada a Úbeda, de regreso, será sobre las tres y media de la tarde.
Existe la alternativa de utilizar el autobús que sale también de la Torrenueva (desde el estanco de Esteban) a las doce menos cuarto de la mañana, con escala en Cuatro Caminos, y que, al precio de tres euros, hace el viaje de ida y vuelta, con posibilidad también de utilizarlo en el trayecto de ida o en el de venida.
Con un poco de suerte, puede que la Eucaristía esté amenizada por el coro de la Asociación de Mujeres “Los Girasoles”, con temas genuinamente ubetenses y guadalupanos. Todo un lujo para una radiante mañana y un acierto de sensibilidad y de buen gusto.
Tras la misa, no conviene demorar mucho el regreso a Úbeda: breves saludos y cambio de impresiones, mientras se da buena cuenta de unos suculentos ochíos, con el complemento inseparable de unos buenos tientos de tintorro de las botas que penden de las columnas del claustro. Todo ello nos prepara el cuerpo y lo pone a tono para subir la cuesta de Santa Olaya como una moto.
Como ha quedado expuesto, la marcha está abierta a toda persona que quiera ir a Guadalupe andando, con independencia de creencias, edad, raza o sexo. Si además de hacer un muy bueno y saludable ejercicio físico aumentamos la devoción a nuestra Patrona, «miel sobre hojuelas».
La marcha más inmediata que se nos presenta es para el domingo, día 22 de noviembre.
¿Te vienes a Guadalupe?
Foto de  Eugenio Santa Bárbara

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