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He recibido, a través de nuestro Presidente,
un escrito de Lucía Herrera ‑por correo electrónico‑
que me ha disparado de nuevo a la controversia.
No sé si lo han recibido los demás (supongo que sí).
¡Perdonen, pero ya no voy a contestar más; tengo otras cosas que hacer!
un escrito de Lucía Herrera ‑por correo electrónico‑
que me ha disparado de nuevo a la controversia.
No sé si lo han recibido los demás (supongo que sí).
¡Perdonen, pero ya no voy a contestar más; tengo otras cosas que hacer!
A Lucía:
Has debido de equivocarte de destinatarios, y en agosto, cuando la canícula se nos mete en el cerebro y nos obliga a cerrar la inteligencia. Eso no se hace, mujer. Que no nos tomen por tontos y no nos engañen. ¿Y por qué nos tomas tú?
¿Analizamos un poquillo tu escrito, aún retando a la inteligencia a que se refresque un poco a pesar de los 40º grados a la sombra?
Empecemos por la supuesta noticia: se va a acabar nuestro mes de julio vacacional. No, no se fundamenta en ningún decreto ni norma oficial del Ministerio o de la Consejería de Educación; ni siquiera en ninguna nota de prensa, ni afecta o desafecta al “régimen de Zapatero”, no. El soporte de la noticia es un correo electrónico “que os llegó hace poco”.
Y por desgracia, “tienes que decirnos que esto es verdad […] y que ya sólo descansaremos en agosto”. ¿Cómo lo sabes, por otro correo electrónico? ¿Te lo ha dicho el ministro, la consejera, quién…? ¿A ti nada más te lo han dicho? ¿Dónde está publicado? ¿Cuál es tu fuente o la del correo electrónico? No sabe, no contesta. Dicen que […] he oído […] se cuenta que […]. Oración simple, impersonal, aseverativa, afirmativa. !Bien!
Eso sí, la fuente que cita a Esperanza Aguirre como culpable de todo es totalmente falsa. Pero… ¿qué fuente? ¡Ah, ya: el correo electrónico! O sea, que parte del correo electrónico es verdad y otra parte es mentira. ¿Y cómo sé yo cuál es la parte verdadera y cuál la falsa? ¿Porque tú lo dices? Vale, cuestión de fe. ¿Argumentos? El tuyo, el de la autoritas.
¡Buscadlo en Google!, nos dices. Pero en Google, dónde. ¿En Libertad Digital, en Intereconomía, en La Voz de Madrid, o acaso en el blog de Jiménez Losantos?
Además, no hace falta llevarlo al Parlamento porque ya está aprobado. Vamos a ver, ¿cuándo se aprobó? Porque si se aprobó, constará en algún sitio y, además, iría al Parlamento que es quien aprueba, con lo que no tendría que ir porque ya habría ido. ¿O lo aprobó el Google?
Sigues después con una declaración lapidaria, la que se lleva ahora: a mí la política me da asco. Y los banqueros que se han llevado la tela y han provocado la crisis financiera, ¿te dan asco? Y los periodistas que hablan de todo sin saber de nada, ¿qué te dan? Y los obispos que se meten en todo, declarando que hay una cruzada contra la Iglesia, ¿también te dan asco?
Lo que no entiendo es la alusión a las elecciones europeas. Ya, ya, que el panfleto lo escribiste para abrirnos los ojos entonces y, ahora, 23 de agosto, nos lo has vuelto a recordar. De acuerdo.
Te podías haber ahorrado eso de que el culpable de todo esto no es ni más ni menos que nuestro querido presidente Zapatero. ¿De verdad crees que hay alguien que lo pone en duda? A ti te parece mal que los centros docentes abran sus puertas durante once meses al año. ¿Nos quieres decirpor qué te parece mal la creación del Estatuto docente? Probablemente tú seas de los que creen que el fracaso escolar es debido a una serie de causas en las que no se debe incluir nunca la actitud‑aptitud del maestro, no? Decimos, por un lado, que el maestro es insustituible, figura central, sujeto de la educación, bla, bla, bla… y, sin embargo, lo salvamos de culpabilidad. ¿Me puedes explicar esta contradicción? ¿Crees que algo habrá que hacer? Y qué, ¿todo menos tocar al magisterio? Todo eso de la guardería y el aparcamiento de niños ya lo llevo oyendo yo desde hace veinte años, incluso cuando gobernaba un hombre que no era Zapatero.
¡Lo sabes todo, señora! Lo de El País, lo de la UGT, lo de Chaves… Y ¡todo por el Google!
Llega luego la 2.ª parte, en donde el panfleto se convierte descaradamente en mitin. Estimados compañeros, se acercan años de tormenta en esta profesión…”. O sea, que las vejaciones, el mobbing ‘acoso psicológico’, las agresiones, los malos sueldos, la baja consideración social… todo es culpa de Zapatero. Y nos dices que no nos tomen por tontos. Y para eso nos avisas de todo lo que te has enterado por Google.
No te conozco y no sé cuál habrá sido, o es, tu compromiso con la educación ni tu currículo (no el del expediente, sino el de la lucha y el trabajo escolar, tajo a tajo). Alternas la 1.ª y la 2.ª persona y no sabe uno si tú entras o no. Pero el cinismo de tu escrito ya es un síntoma. A ver si lo he entendido bien: debemos sindicarnos, pero nunca a UGT; debemos consultar Google, pero no las páginas de El País. Por cierto, en 1985, yo estaba en el comité de aquella huelga de tres meses, en Granada, y envié al Ministro Maragall un escrito que ‑si quieres‑ te lo mando por correo electrónico… ¿Dónde estabas tú?
Bueno, no voy a seguir. Me has hecho tirar por la borda dos horas de mis vacaciones y creo que ya pago con ello. Nada, señora, espero verla en primera fila en la lucha que propone. Yo ya me jubilé, después de 40 años dando el callo y estando en todos los “fregaos” de la enseñanza. ¿Sabe lo que hago ahora? Pues me he metido a político. Pensé que podía hacer algo por la cultura de mi pueblo y en esas estoy. Me dijeron que ganaría 680 € al mes por 10 horas diarias y me dije: «Este chollo no me lo quita nadie». Otros como usted, a los que también les asquea la política, dicen que me estoy forrando. Pero aún no ha salido en el Google. Un saludo.