31-03‑2009.
Aquel comedor fue el alma máter. La palestra de sus pedagogías. De allí salió el estilo de Miralar. Y cocido muy de prisa, porque los de Maestría solamente dos cursos estaban con él. Y con sus dieciséis, diecisiete años, en erío Sin cultivar ni labrar. le llegaban… Con desiertos y marañas en la tabla de intereses propios de la edad.