06-01-2009.
103
Dadelos
Queda nuestro tiempo compartido
rumor innombrable se apagaron
los retales
luz incandescente
clítoris húmedo
las ideas plantean dudas indudables
alucinación luciérnaga rebrotaron
las memorias
acueductos de río
pezón durmiente.
Queda nuestro rayo iluminado
sábana vegetal se han dormido
los ángeles
mayoría oteriana
pubis vegetativo
las lógicas fraguaron respuestas irrepetibles
escorzo rechazado ya despiertan
los rosarios
cuentas y cruces
labios deshechos.
Queda nuestro silencio volátil
corazón de tiza fueron vida
los cuerpos
mano ignota
lengua bífida
los tabúes se meten en la sangre
mosto acerezado son recuerdos
los meandros
dolores a cuestas
vulva deseante.
Queda nuestro amor en pañales
capullo caprichoso
los alfileres
adolescente sístole
pene petrificado
los espíritus momifican la pirámide
sabor de lluvia ¿y mañana?
Es el tiempo
fue la vida
cuerpo inorgánico.
104
De los ocho sonetos con cuerpo de mujer, “Alomón (VIII)” puede servirnos como el más representativo. Los sonetos son todos ellos reales; quiero decir que tienen su mujer y su cuerpo.
El seleccionado bebe bastante del vocabulario nerudiano de los Veinte poemas de amor.
Alomón
AHORA QUE HAS ANCLADO EN MI ALBUFERA.
DONCELLA EN PLENITUD DE ROMPEOLAS,
CONVIERTE EL CÁLIZ‑SOMBRA EN AMAPOLAS
Y SIEMBRA EL VINO‑VIENTRE EN TU PALMERA.
AHORA QUE HAS ARDIDO EN MI MADERA
Y EN CARNE DECIMAL TE CABRIOLAS,
COLUMPIA MI NIÑEZ DE CARACOLAS
E INJERTA EN CEREZAL TU SEMENTERA.
YA FUIMOS TALISMÁN. SI SOMOS TRIGO
DEL ÁRBOL DE BOHEMIA, HABREMOS SIDO
DOS ALBAS ARAÑANDO EL SUEÑO AMIGO
DE LA ESPIRAL RELIQUIA. AMOR HENCHIDO
DEL EROS SUSTANTIVO. ALA Y LEXEMA
INYECTADO EN LA PIEL DE TU TEOREMA.
☺