31-12-2008.
FRANÇOISE SAGAN
«O toi qui sur mes jours de tristesse…».
(Jean Moréas).
«¡Buenos días, tristeza!»,
dijiste, como ausente,
al ver entre mis manos
el libro de Sagan.
Yo gruñí, como gruñe
un perro al que incomoda
el amo que reclama
el beato sillón.
La tristeza es el hábito
de estar desorientado,
inmerso en el enigma
de la propia tristeza:
siempre en la misma sala
y con los mismos libros
y el mismo vino rojo
en la copa de siempre;
y tú, que te paseas
de un olvido a otro olvido,
a veces te detienes
y reparas en mí.
Quizás me reconoces
porque leo a Sagan
desde hace mucho tiempo.
☺