27-12-2008.
Las diferencias que hay sobre si algunas flexiones del verbo adecuar deben o no acentuarse en la u han hecho que su uso oral y escrito se divida entre los que prefieren las formas con hiato (*adecúa) y los que prefieren las formas con diéresis, como adecua.
Lo que el uso oral ha perdido es el valor que tiene la diéresis, a medio camino del hiato y el diptongo. Entre la única sílaba cuá del diptongo y la doble sílaba cú-a del hiato está la diéresis que, sin acentuar una vocal más que la otra, permite una pronunciación diferenciada de ambas vocales: a-de-cu/a.
Adecua, sin acento en la u
Hay una serie de verbos en español, terminados en -uar, no muy extensa pero que puede servirnos para explicar este uso de pronunciación con diéresis.
Serie A: Verbos terminados en -cuar, 7; en -guar, 29.
Serie B: Verbos terminados en -luar, 5; en -nuar, 6; en -tuar, 24; y algunos más.
(Ver Hermenegildo de la CAMPA,
Diccionario inverso del español,
Narcea).
Diccionario inverso del español,
Narcea).
Estos verbos de !a serie B siempre acentúan la u: evalúan, insinúan, puntúan. Sin embargo, los verbos de la serie A no lo hacen: aguan, fraguan, apaciguan, averiguan, santiguan, atestiguan, menguan. En la serie A está el verbo adecuar.
Confusión fonética
Los fonemas /k/ y /g/ se han intercambiado en la evolución fonética de las palabras y son fuente de dobletes etimológicos como agua/acuoso, agrio/acre, agudo/acutángulo. La etimología popular pone un sonido /g/ donde el cultismo prefiere /k/. Por la misma razón, los verbos terminados en -guar son populares, mientras que los en -cuar son cultos. ¿Qué norma debemos aceptar, la popular o la culta? Si todos los verbos que terminan en -guar se pronuncian con diéresis, sus correlatos en -cuar también deben hacerlo. Por tanto, debe pronunciarse adecuan, evacuan, licuan…, aunque ya se sabe que en estas cosas de la lengua los usuarios mandan.
Ganar por
No está de más advertir que el uso extendido de una expresión como El Úbeda gana *de tres puntos es inapropiado.
La comunicación oral prefiere unas frases cortas que permitan la rapidez del mensaje. Si el locutor tuviera tiempo para expresarse ampliamente en el agitado transcurso de un encuentro de baloncesto, diría lo siguiente:
«El Úbeda gana por/que ha metido tres puntos más».
La supresión de las palabras no necesarias dejaría la frase así:
«El Úbeda gana por tres».
Construyamos la misma frase con la preposición de:
«El Úbeda gana *de/que ha metido tres puntos más».
Está claro que estamos ante un dequeísmo. Su reducción quedaría así:
«El Úbeda gana *de tres».
Esta expresión incorrecta ha sido difundida, bien por confusión, bien por diferenciar novedosamente (?) la forma de dar el tanteo en baloncesto.
Posiblemente la confusión de las preposiciones venga de la fórmula lingüística que se utiliza al restar: «de 5 a 8, 3»; luego, «gana *de tres». Si se utiliza la palabra diferencia, la frase «hay una diferencia de tres tantos» es correcta. Pero si unimos ganar y diferencia debemos saber que cada una de ellas necesita su propia preposición: gana exige por y diferencia exige de. Juntas, la expresión quedaría así:
«El Úbeda gana por una diferencia de tres».
El mal ya está muy extendido y la expresión *ganar de ha echado raíces.
José María BERZOSA SÁNCHEZ (1993).
Anécdota:
Le envié este escrito al locutor deportivo José María García, porque era un adicto dequeísta, y me hizo caso. Además, creo que lo reenvió a sus compañeros periodistas y, desde entonces, han ido cambiando hacia el uso adecuado del verbo; aunque todavía lo oigo decir dequeístamente a algunos de la cadena SER y de TV CUATRO.
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